En el tercer set, la frustrada tenista polaca envió la pelota con un salto mortal a la grada. Esto pudo asustar al recogepelotas.
"Es cierto que di rienda suelta a mis emociones de una forma de la que no estoy orgullosa. Sin embargo, mi objetivo no era apuntar a nadie (...). Me disculpé inmediatamente con el recogepelotas, nos miramos a los ojos y nos saludamos con la cabeza", escribió Swiatek en Instagram. - escribió Swiatek en Instagram.
"Suelo frenar esos impulsos, así que puedo decir medio en broma que no tengo experiencia en esto y que, enfadado, apunté mal el balón". - añadió.
Swiatek recordó que la segunda mitad del año pasado fue una "época de experiencias muy difíciles" para ella, sobre todo por el positivo en el control antidopaje, y que la lejana perspectiva de volver al número uno del mundo la amargó mucho.
"Se pudo ver en la pista en Dubai y definitivamente sé que seguir jugando cuando vuelvo al pasado y me frustro por cosas sobre las que no tengo control no es el camino correcto". - recalcó.
"Detectamos el problema prácticamente en cuanto surgió (puedo apostar que con la experiencia de mi equipo mucho más rápido de lo que se podría pensar), pero llevará tiempo y mi trabajo duro con el apoyo de mi equipo para superarlo y cambiar mi perspectiva" - evaluó.
La ganadora de cinco torneos del Grand Slam describió sus sensaciones sobre el trabajo consigo misma:
"No funciona de tal manera que una vez que hemos conseguido algo, se queda con nosotros para siempre. A veces damos dos pasos adelante y uno atrás. Me enfrento a nuevas piezas del puzzle: mis circunstancias cambian, mis experiencias cambian, yo cambio, mis adversarios cambian y tengo que encontrar mi camino. No siempre es fácil y ahora mismo no lo es para mí. En el deporte no hay robots. He jugado tres temporadas de manera brillante, pero nada viene por sí solo y no está dicho que los resultados "vengan" siempre (o más bien que yo los consiga) con libertad y control. Así funciona la vida y así funciona el deporte. Yo misma a veces lo olvido".
Swiatek admitió que le molestaban los constantes juicios y que hace seis meses su carrera "pendía de un hilo".
"Cuando estoy muy concentrada y no muestro demasiadas emociones en la pista, me llaman robótica y a mi actitud inhumana. Ahora, cuando muestro más de ellas, cuando rumio ciertas situaciones o incluso a veces me peleo un poco conmigo misma, doy la impresión de ser inmadura e histérica. No es un buen nivel, sobre todo porque hace seis meses sentía que mi carrera pendía de un hilo, lloré todos los días durante tres semanas y no quería salir a la cancha".
Concluyó dando las gracias a los aficionados por su apoyo:
"Sé que nunca complaceré a todo el mundo. Sigo mi propio camino. Intento dar a los aficionados la alegría de ver mis partidos y a los chicos un buen ejemplo e inspiración. Trabajo para mí mismo, me marco objetivos ambiciosos (a veces demasiado ambiciosos). Y creo que a veces dando dos pasos adelante y uno atrás, los alcanzaré a mi propio ritmo. Nos vemos en Miami".
Tras perder ante Andreeva (17) por 6-7 (1-7), 6-1 y 3-6 en las semifinales del torneo de Indian Wells, Swiatek sigue segunda en la clasificación mundial.