Así lo ha explicado en una emotiva publicación el extenista español y ahora, entre otras cosas, comentarista de televisión. La forma en la que conoció a Cachín y cómo, siendo su mentor, que no su entrenador, ha llegado a la élite del tenis. 

Este es el escrito de Corretja que ha subido en sus redes sociales y que reproducimos literalmente: 

"Hoy os voy a contar una historia que muy poca gente sabe.

En mayo del 2014 un chaval de 19 años (@pecachin) vino a Barcelona con dos bolsas de deporte y un raquetero desde Bell Ville, Argentina, para disputar dos torneos 'futures' y de paso conocernos personalmente, (recomendado por mi amigo Ricardo Piñeiro )! En ese viaje, le acompañaba su padre (Pedro Pablo), y más tarde también se unió su tío Osvaldo!

Después de algunos entrenos y verle jugar un par de partidos, su padre me preguntó acerca de sus posibilidades de convertirse en tenista profesional. Le dije que, en mi opinión, sí que las tenía, pero que iba con retraso respecto a los jugadores de su edad en cuanto a horas de entreno, partidos de competición etc etc.

Entonces, nos reunimos con Pedrito y mirándome a los ojos, me dijo que su sueño era ser tenista profesional y que si yo le ayudaba se quedaba aquí a vivir. Así que le montamos un grupo de trabajo, del que yo sería el mentor, pero no su entrenador 24/7, ( GRACIAS Josep María Arenas y @proabtennis por TODA vuestra ayuda )!

A los 19 años, se quedó solo en Barcelona dejando en Argentina a toda su familia y amigos de la infancia para emprender su camino en busca de lo que más deseaba. De aquello han pasado 9 años, en los que Pedri se ha convertido en parte de la familia. Hemos celebrado Navidades, fines de año, cumpleaños, el nacimiento de una de mis hijas…

Tenística y humanamente Pedro ha pasado por todo tipo de situaciones, pero su perseverancia, paciencia, pasión y buena predisposición (entre muchas otras) le han llevado, después de miles de horas de trabajo y sacrificios, a conquistar ayer su primer gran título ATP y convertirse hoy en el jugador número 49 del ranking mundial. Gracias a todos los que habéis contribuido para que esto haya sido posible.

Por suerte, ahora ya no hace falta que te siga diciendo que te creas que puedes ser un gran tenista porque ahora tú mismo y todo el mundo sabe que YA LO ERES. Deseo de todo corazón que esta historia continúe y podamos seguir disfrutando de nuestra amistad y tus éxitos. TE QUIERO COMO A UN HERMANO PEQUEÑO (lo de padre no lo veo tanto porque no te saco tantos años.