Tras el increíble escenario de la primera semifinal, tocaba saber quién sería el rival de Novak Djokovic. El claro favorito era Casper Ruud. El noruego, vigente finalista, había gestionado a la perfección su torneo, especialmente su partido de cuartos de final contra Holger Rune. Pero un año después de su grave lesión en esta pista en la semifinal contra Rafael Nadal, Alexander Zverev estaba de vuelta y no tenía nada que perder.
Pero el primer set fue extraño, jugado a falso ritmo. Ruud aprovechó bien el saque de su rival desde el principio, pero sólo fue el comienzo de una serie de tres breaks consecutivos. Hubo algunos buenos puntos, pero 26 errores no forzados en un solo set fueron demasiados y restaron mérito a la actuación. No obstante, con un break en la mano, el noruego demostró su solidez.
Sin dominar el juego, se llevó el primer set con su saque en 50 minutos. Zverev tenía que reaccionar, y lo hizo, ganando tres puntos de ruptura en el cuarto juego. Pero estuvo demasiado atento y no fue lo bastante preciso, y desaprovechó la oportunidad. La comparación fue cruel con Casper Ruud, que se encontró en la misma posición con 3-3, pero el noruego sólo necesitó una bola para romper.
Y una vez más, con el break por delante, Ruud fue difícil de alcanzar. Zverev sufrió para aguantar el peloteo, y el noruego concluyó lógicamente con ventaja de dos sets a cero. El alemán estaba al borde del colapso, ya que era difícil ver desde nuestra ventana qué ajustes tácticos podía hacer.
Peor aún, el alemán concedió el break al comienzo del tercer set, jugando completamente al revés. Esta vez, la suerte parecía estar echada. Y más aún tras el doble break por una terrible doble falta. Zverev parecía no tener nada que hacer. Se derrumbó por completo y dejó que su rival se hiciera con la victoria.
Casper Ruud gana 6-3, 6-4, 6-0 y vuelve a la final del Abierto de Francia. Contrato cumplido para el noruego, que volverá a intentar un título de Grand Slam. Tras Rafael Nadal, esta vez su rival será Novak Djokovic . Un outsider en la final, una posición familiar para él. Esperemos que esta vez tenga ventaja.