Centro de estadísticas del Alcaraz-Sinner
La historia del tenis está llena de épica, de partidos de leyenda, de jugadores históricos que han protagonizado enfrentamientos inolvidables en escenarios incomparables. Aún tenemos en la retina, nostalgia al aire, aquellos Nadal-Federer o alguno de los dos contra el todavía activo Djokovic. Más en el pasado quedan los Borg, McEnroe, Connors y muchos más. En el presente son Carlos Alcaraz y Jannik Sinner quienes enamoran a los amantes del tenis. Es el nuevo Clásico de la raqueta que amenaza con quedarse muchos años.
Turín tuvo la suerte esta vez de disfrutar de este duelo generacional. Uno para el que ambos han nacido para jugarlos. De ahí que español e italiano mostrasen su mejor nivel de pegadores. Sin grandes intercambios, cierto, pero esto es pista rápida, no de arcilla, y cubierta. Con saques a más de 210 km/h, golpes en carrera a más de 180, ninguno mostró debilidad al otro. Ninguno cedió una bola de break en los primeros 13 juegos en un primer set que estuvo parado 11 minutos por un problema médico de un aficionado. Otro en el Inalpi Arena esta semana, donde ya fallecieron dos seguidores por ataques al corazón. Por fortuna, en esta ocasión todo salió bien.

Problemas médicos para el número uno del mundo
De ahí que Sinner y Alcaraz reanudaran el choque con el mismo ritmo, como si nada hubiera ocurrido. Y así fueron ganando sus respectivos saques. Incluso aunque el murciano tuviera que recibir asistencia del fisioterapeuta por unas molestias en su muslo derecho cuando puso el 5-4. Luego volvió a ganar para colocar el 6-5 y poder decidir el set al resto. Dispuso hasta de una bola de break, que también fue de set, la primera de esa manga inicial, pero enfrente estaba su alter ego, que salvó la situación con tres puntos seguidos para forzar el tie-break. Y en esa muerte súbita, fue el surtirolés más preciso para ganarlo 4-7 y llevarse el primer set por 6-7.
Tras aplicarle el fisio un vendaje en su maltrecha pierna derecha, el número uno del mundo volvió a la pista ya sin red para fallar. Para aumentar su grandeza, consiguió lo que ningún rival había hecho en el torneo: romperle el servicio a Sinner. Si había dudas sobre su físico, consolidó el quiebre con su servicio para poner un 2-0 en la segunda manga. Pero la enorme presión del italiano, que impide tomarte un ligero respiro, provocó que él también cediera en el sexto juego para permitir el 3-3.
Un Sinner sin fisuras
Lejos de hundirse, Carlitos reaccionó para lograr una nueva opción de devolver la ruptura, aunque el de enfrente, con el público de lado, sumó su tercer juego seguido. Tampoco importó. La resiliencia del de El Palmar le permitió igualar 5-5. Y hasta ahí llegó. Sinner ganó con autoridad su saque y en el siguiente rompió a Alcaraz para sellar su triunfo, segundo consecutivo como Maestro de la ATP.