Tras un primer punto conquistado por Matteo Berrettini contra Kokkinakis, le tocaba al número uno del mundo repetir victoria para dar a Italia, defensora del título, la final de la Copa Davis contra Países Bajos. Era casi una formalidad, si no fuera porque en tenis nada está cantado, dados los precedentes que situaban al italiano con una ventaja de 8-0 sobre su adversario Alex De Minaur, número 9 del mundo.
El partido comenzó de la mejor manera posible para el italiano. Tras ganar su juego de servicio, Sinner se enzarzó de inmediato en un duelo de ping-pong con el australiano, quien, por mucho que intentó contraatacar, no pudo seguir el ritmo de la estratosférica velocidad del italiano, que en el segundo juego voló de inmediato: 15-40.
De Miñaur salvó el primer punto de ruptura con una derecha, pero no pudo hacer nada en el segundo, que Sinner cerró con una diestra muy violenta en el cruce, poniendo el 2-0. Parecía el principio de una masacre, pero en el juego siguiente el surolandés perdió la concentración, cometió algunos errores de más y cedió a De Miñaur el contrabreak.
El partido continuó sin mayores sobresaltos hasta el sexto juego, cuando Sinner volvió a acelerar y rompió el servicio del australiano, rotura que confirmó en el siguiente juego, poniendo el 5-2. De Miñaur se vio entonces obligado a servir para mantenerse en el set. Logró remontar una desventaja de 15-30, pero Sinner, a pesar de sus esfuerzos y de algunos buenos puntos de su rival, cerró el primer set con una volea y un primer 6-3.
En la segunda manga el partido comenzó equilibrado, con el australiano yendo a los extremos para intentar contrarrestar al de San Candido. De Miñaur jugó un gran partido punto a punto, pero con 4-4 Sinner intensificó la presión y se vio obligado a conceder un punto de break. Lo anuló de primeras, pero en el segundo envió larga la respuesta de derecha de Sinner, por lo que tuvo otra oportunidad. De nuevo, el italiano tuvo la oportunidad, el australiano anuló el segundo punto de break. Sin embargo, Sinner siguió molestándole en el resto y con un remate a la red el australiano tuvo que conceder un tercero. Esta vez el número 1 del mundo no dejó pasar la oportunidad, acertó con un passing y sirvió para ganar el partido.
De Miñaur mostró cierta frustración al final del partido, después de haberlo dado todo en este encuentro en el que, sin embargo, no pudo hacer nada contra los acelerones del italiano, que no jugó al más alto nivel pero siempre mantuvo el control del partido Sinner cerró así el partido por 6-3 y 6-4 tras una hora y veintinueve minutos e Italia accedió a la final de la Copa Davis, donde le esperaba la sorprendente Países Bajos.