Ruud se tomó la revancha de la derrota sufrida hace una semana frente a su rival en el Masters 1000 de Montecarlo para ganar el principal trofeo de su carrera.

Y eso que el encuentro no empezó bien para sus intereses, pues perdió su saque en el primer juego y el griego confirmó la ruptura con un 2-0. No fue hasta el 3-2 cuando el noruego devolvió el break, algo que conseguiría nuevamente en el 5-6 para apuntarse en su primera oportunidad la primera manga, que duró 52 minutos.

El segundo set fue más fácil para Ruud. Con 1-2 a favor, se llevó de nuevo el saque de su oponente y ganó el suyo propio para marcharse 1-4. Ya sólo tuvo que aguantar sus servicios para proclamarse campeón del Conde de Godó, uno de los mayores éxitos en su carrera, por 5-7 y 3-6 en poco más de hora y media de acción.