El futuro del tenista de Manacor es una incógnita. Todo hace indicar que este año es el último como profesional. Así se vivió con las despedidas que tuvo tanto en Madrid como en Roma.
Sin embargo, Rafa Nadal (37) ha dejado una puerta abierta a continuar un poquito más. Todo depende de su estado físico, de sus sensaciones, que en París antes de empezar la gran cita sobre la tierra batida son muy buenas, y del nivel que alcance.
"Es una gran opción de que sea mi último Roland Garros pero no lo puedo decir al 100 por 100. No quiero cerrarme la puerta. Este sitio es mágico para mí".
Así se pronunció el mallorquín en rueda de prensa, después de uno de sus entrenamientos en París.