Después de llenar el Camp Nou con la Final Four del primer 'split' de la Kings League, Piqué se muestra muy satisfecho con el desarrollo de la segunda parte de la temporada y el debut de la Queens League: "La valoración es muy positiva porque a nivel de audiencia nos hemos mantenido. A nivel de Queens League nos ha sorprendido el nivel de audiencia que tenemos. De media sería una tercera parte de lo que se ve la Kings de League, que ya es un producto más establecido. En la Kings League es mucho más fácil hacer acciones como traer leyendas del fútbol. En la Queens, por el poco impacto del fútbol femenino, pues no hay tantas leyendas. Podría traer a Marta, que es la que tenemos todos en la cabeza, todo un símbolo en Brasil", explica.
"Si se hace bien tenemos mucho ganado para pasar al siguiente nivel, que tendría que ser en 2024. Distintos mercados donde queremos ir, cómo lo queremos hacer…", anticipó, dejando claro que ya está pensando en el próximo movimiento para el fenómeno deportivo que ha creado.
"Hicimos un acuerdo con Mediaset por el que emitían el partido de la jornada. Nuestra jornada es el domingo, de cuatro a diez. Son seis horas y 12 equipos. Queríamos probar el partidazo en Cuatro para llegar a audiencias que no sólo sean Twitch. Es que a partir de los 50 años Twitch puede ser una barrera de entrada. A muchos no les puedes tocar la tele tradicional", cuenta. "Las audiencias no son muy altas. Para nosotros es un complemento para sumar audiencias", apunta con sinceridad.
No quieren ser fútbol
Al ser preguntado por el llenazo que consiguieron en el Camp Nou con su primera Final Four, llegaron las comparaciones con el deporte rey. Piqué fue cuestionado acerca de las posibilidades de competir directamente con la mayor maquinaria económica deportiva a nivel mundial: "A nosotros no nos gusta que se nos compare con el fútbol porque creemos que no somos fútbol. Yo creo que el mundo está yendo hacia productos que sean más de entretenimiento. Entiendo que el deporte ha sido siempre más un entretenimiento, pero lo hemos llevado siempre a aspectos más técnicos, tácticos, a la parte física... El aficionado lo que quiere es entretenerse", indica.
"Hay poco tiempo para entretenerse y estamos rivalizando con algunos productos con más o menos capacidad. A los deportes tradicionales, y lo digo por la experiencia que he tenido con el tenis, les va a costar mucho atraer a los jóvenes porque les cuesta hacer cambios. Están en el paraguas de las federaciones y las federaciones tienden a no querer cambios. Y estás compitiendo contra series de 40 minutos por capítulo", dice, reforzando su argumento.
Aunque no sean fútbol, su audiencia les obliga a buscar estadios de este deporte para realizar grandes eventos. La siguiente final de la Kings y la Queens League será en el Metropolitano, casa del Atlético de Madrid: "El listón está muy alto pero nos gusta el reto. Algo nuevo vamos a montar, seguro. Entendemos que lo que pasa en el terreno de juego es importante, pero lo que pasa fuera lo es y mucho. Los programas que hacemos antes y después de las jornadas tienen muchas veces más audiencia que la propia competición", adelanta.
"Nosotros hemos creado un contexto en el que toda la semana, durante 24 horas, están pasando cosas. Nuestros jugadores, que ya son 'estrellitas', han creado su canal de Twitch y hacen contenido cada día. La gente lo que quiere es conocer a los jugadores y, ahora mismo, es complicado conocer a un Pedri, a un Gavi. Es que no sabes cómo son porque no tienen canal de Twitch, no hacen entrevistas", prosigue.
Expansión internacional
Uno de los grandes objetivos de Piqué es llevar el formato Kings League a otros países: "Hay un mercado al que es natural que vengamos y es México, de hecho estoy aquí ahora. Nuestro 50% de audiencia es de Latinoamérica pero México es el primero en el ranking. Nos estamos planteando hacer una Liga de toda Latinoamérica, menos Brasil", explica. "Brasil está claro que es un mercado interesante porque allí el Fútbol 7 es la bomba", agrega.
Ante todo, quiere cuidar su producto y no distribuirlo sin sentido: "Lo queremos hacer bien y no ser como McDonalds: dar un montón de licencias y que otros lo operen por nosotros. Queremos que se respete el alma de la competición y eso lleva su tiempo. Preferimos crecer poco a poco y no estar, de repente, en 30 países. Cuando ya tengamos varias Ligas sí que me gustaría crear una competición internacional. Sabemos que llegará el momento de atacar un país tan importante como Estados Unidos. Tenemos un plan pero cada día va cambiando", apunta.
"El sueño sería tener 8,9 ó 10 Ligas, yo no diría más. No queremos ir a 30-40 Ligas. Sería algo parecido a lo que son los Masters 1000 de tenis, que haya nueve y que sean muy potentes. Y luego que los mejores de cada país disputen competiciones internacionales, a nivel europeo o mundial", comenta, muy ilusionado.
Entre el show y la competición
Una de las piezas clave de la Kings y la Queens League son los presidentes y presidentas de los equipos. Son los que han puesto sus audiencias sobre la mesa para que el proyecto arranque con buen rumbo. Se lo están tomando muy en serio y, en ocasiones, saltan chispas entre ellos a causa de lo que sucede en el transcurso de las jornadas.
"Con los presidentes tengo una relación magnífica. A la mayoría no los conocía y ahora tengo una relación personal, me escriben cada día porque necesitan cosas... Hay veces que se sube el tono un poco, en parte es show, pero también es cierto que hay que cumplir unas normas y que si se pasan de la raya hay que pegarles un toque", detalla.
Respaldó con firmeza a los dirigentes cuando le cuestionaron acerca de si entraría alguno nuevo: "La Liga es privada y, por tanto, no va a haber presidentes nuevos", dice. "Hicimos un listado de 11, en caso de que uno cayera, y los 11 dijeron que sí. Eso nos obligó a ir a última hora a por otro, que por cierto fue Iker. Yo estaba en Pamplona y le llamé, y entró en menos de 24 horas", explicó acerca de los rumores sobre la entrada de Casillas en el proyecto.