Pere Milla (30) había marcado un doblete para contrarrestar el conseguido por Edinson Cavani en el partido de la jornada 9 que los ilicitanos disputaban en Valencia. Un Elche, para más inri, que llegaba como colista del campeonato, por lo que nadie más que ellos necesitaba los tres puntos.

En el minuto 71 y ya con el 2-2 en el marcador, el jugador local Yunus Musah agarró al propio Milla en un contraataque, pero el balón siguió perteneciendo a su compañero Eze Ponce, que le envió un pase preciso a un Nico Marcau que se encontraba solo delante del portero. Justo cuando introdujo el esférico al fondo de la portería, el colegiado canario Juan Luis Pulido Santana, en su primera temporada en la máxima categoría del fútbol español, pitó la falta para asombro de los visitantes, que veían cómo se les escapaba de esa manera la posibilidad de conseguir su primera victoria de la 22-23.

Esto habría provocado las declaraciones incendiarias de cualquier otro jugador, pero Milla, entrevistado al final del choque, prefirió optar por otro camino, el de la empatía.

"Le he visto la cara y tenía cara de "qué putada". Lo es, porque veníamos hablando de los árbitros por el penalti, le he mirado y le sabía mal porque sabe que tiene que dar la ley de la ventaja, pero ha pitado", comentó el jugador leridense. "Todos nos equivocamos. Yo fallo pases, mis compañeros también... Él se ha equivocado y lo sabe. Me lo ha reconocido y no pasa nada. El fútbol sigue y la vida también".

Además, el delantero afirmó sentirse mal por el fallo de Pulido Santana: "Me sabe mal por él porque además lo ha hecho con toda la buena fe del mundo, pero esto es fútbol y no pasa nada. Los árbitros se equivocan como todos porque al final somos personas y no máquinas, así que ya está". Unas declaraciones que no deberían pasar desapercibidas por el resto de futbolistas.