Pedri González dejó de ser futuro hace ya tiempo. Lo sigue siendo, claro, porque es muy joven, pero ya nadie habla de una promesa de este deporte al que los ingleses decidieron llamar football y los americanos se refieren como soccer, pero sería inútil no hablar de él con los tiempos verbales conjugados en presente después de disputar una Eurocopa y un Mundial.
El jugador canario quemó etapas muy pronto y asumió un rol importante en el Barça desde bien temprano, poco después de abandonar su casa y LaLiga Smartbank, para ser uno de los encargados de sostener al conjunto azulgrana en Europa. Probablemente ha sido una presión demasiado alta para un futbolista tan precoz al que también han insistido en darle la batuta de una selección que demandaba (también) otros perfiles de mayor autoridad y experiencia.
Un peaje muy caro
El bueno de Pedri, cuyo trato con el balón es exquisito pero aún tiene la tarea de mejorar sus prestaciones en lo que a números se refiere (goles y asistencias), ha acusado todo esto con algunos problemas musculares de considerable gravedad. Parte de culpa tienen esas 11 prórrogas que ya ha jugado pese a sus 20 años, un más que evidente estrés físico, aparte del psicológico, nada sencillo de recibir.
En esta faceta donde tanta experiencia tiene ya, el ex de Las Palmas se estrenó en una eliminatoria copera contra el Cornellà, aunque la segunda llegó días después (frente al Granada, cuando superó los 100 minutos). Los culés, todavía con Leo Messi en el equipo, se erigieron campeones a la postre tras tumbar al Sevilla en las semis pese al 2-0 de la ida y golear al Athletic Club en la final.
Hasta ocho en un año
Concluida la temporada a nivel de clubes, llegaron los compromisos internaciones: primero, la Eurocopa; después, los Juegos Olímpicos. Con la selección de Luis Enrique participó en tres prórrogas (frente a Croacia, Suiza e Italia) y prácticamente jugó las dos horas en todas las ocasiones. Ese mismo verano, esta vez en los Juegos Olímpicos de Tokio, disputó otras tres más (contra Costa de Marfil, Japón y Brasil).
Terminó el 2021 con un total de ocho presencias, muchas más que en el 2022 (una en enero frente al Athletic Club en Copa del Rey y otra mucho más reciente, en el Mundial de Catar, ante Marruecos). La última, ya en 2023, fue esta misma semana en las semifinales de la Supercopa de España contra el Real Betis. Y ni mucho menos podemos descartar que haya una duodécima este mismo domingo ante el Real Madrid porque, la verdad, el partido se presenta bastante igualado.