Mahomes fue el MVP de la Super Bowl LVII gracias a un segundo tiempo espectacular y sus tres touchdowns. No lo tuvo nada fácil ante un Jalen Hurts (24) que pudo llevarse el galardón incluso perdiendo. El mariscal de los Philadelphia Eagles firmó una actuación sobrenatural con 304 yardas de pase y 70 de carrera; y un touchdown por aire y tres por tierra.

Más allá de ser nombrado jugador más valioso del gran partido, el ’15’ de los Chiefs ha cerrado una campaña inolvidable. Ha hecho campeón a su equipo con un récord de 17-3 y exhibiendo una madurez que le eleva al rango de superestrella. Como recompensa, fue reconocido como mejor hombre de la temporada.

A modo de anécdota, con su victoria Mahomes rompió una maldición que impedía al MVP de la liga ser campeón en el año de su reinado. Una leyenda negra que duraba desde 1999 y de la que ya no se hablará más. Otro logro más para un tipo que va camino de marcar una época sin apenas haber alcanzado los 30.

Sin Tom Brady (45) en la NFL, el capitán de Kansas Cityome se queda como principal referente de una competición que necesita de líderes para sobrellevar el adiós del ‘GOAT’. Con la consecución de los dos MVP y el trofeo Lombardi se ha colocado en un pedestal que será muy difícil de alcanzar para el resto de mortales.

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