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Los goles de Carlos Álvarez y Etta Eyong deciden el pulso entre novatos (0-2)

Carlos Álvarez celebra el gol del 0-1
Carlos Álvarez celebra el gol del 0-1Foto por JUAN MANUEL SERRANO ARCE / GETTY IMAGES EUROPE / Getty Images via AFP

Real Oviedo y Levante Unión Deportiva se enfrentaron este sábado en la octava jornada de LaLiga EA Sports, un partido que acabó en tablas y que enfrentaba a dos de los ascendidos a la máxima categoría del fútbol español.

Cuando uno llega a un grupo hostil, solo tiene dos opciones: adaptarse o morir. Y la élite del balompié nacional no se diferencia tanto, por ejemplo, de los colegios mayores, ese lugar tan alejado de la realidad en la que niños (chavales) ricos y mimados se sienten fuertes. El pez gordo, el veterano, siempre va a tener las de ganar en su particular selva y esa posición de autoridad da pie a un banquete de genuflexos aduladores que bien refuerzan dicho mandato.

Pero las novatadas desaparecen cuando los nóveles son los protagonistas. Y eso es lo que pasó en el Carlos Tartiere, donde se daban cita unos equipos que ya habían sufrido semanas atrás a los abusones de LaLiga (Kylian Mbappé, Vinicius Júnior, Robert Lewandowski, Raphinha Dias y compañía). Con más o menos suspense, la realidad fue la esperada: derrotas ante los gigantes. Ahora les tocaba a ellos disfrutar de un patio verde con textura de césped. Que ruede el balón.

Un tiro, un gol

Los carbayones arrancaron mejor y dominaron el juego, aunque sus timoratos intentos no hicieron trabajar en exceso a Mathew Ryan. El Levante demostró que tiene mucha más chispa arriba, con ademanes de transiciones que generaban cierta sensación de peligro. Y a la media hora, en una de sus pocas acciones ofensivas, Iván Romero encontró a Manu Sánchez en el costado izquierdo y el lateral se la cedió a Carlos Álvarez, que rompió el resultado gafas con un soberbio zurdazo.

Las estadísticas del Oviedo-Levante
Las estadísticas del Oviedo-LevanteOpta by Stats Perform

El tanto no estuvo exento de polémica, ya que la afición y los futbolistas locales se quejaron de que Munuera Montero había molestado a Alberto Reina cuando este último perseguía el balón. Y había motivos para el enfado: aunque es imposible saber si hubiera llegado al esférico, el gaditano se vio obligado a frenar su carrera por la mala colocación del árbitro. El gol, por supuesto, subió al marcador, lo que elevó la tensión en una lluviosa tarde.

Un gran 'palo' para el Oviedo

Tras montarse una pequeña tangana al final del primer tiempo que se saldó con tarjeta amarilla a Salomón Rondón, el bueno de Veljko Paunović decidió mover el banquillo: Josip Brekalo se marchó e Ilyas Chaira entró al verde. El conjunto granota, que antes del descanso pudo anotar el segundo en una acción de estrategia, volvió a verse ligeramente superado al inicio de la segunda mitad. Igualmente, el meta australiano seguía siendo un mero espectador.

Las arrancadas de Haissem Hassan daban esperanzas a los ovetenses, que tuvieron en el campo a Fede Viñas y Santi Cazorla para la última media hora. Un centro medido del francés a David Carmo estuvo cerca de traducirse en el empate, pero el guardameta visitante frustró el cabezazo picado del zaguero con una soberbia mano abajo. Y de forma casi inmediata, Rahim Alhassane evitó el 0-2 en una prometedora jugada.

Las notas de los jugadores
Las notas de los jugadoresFlashscore

La madera decidió el pulso en minutos: si el tiro al palo de Chaira hubiera acabado en la red, el desenlace hubiera sido otro. Y por si fuera poco castigo para los de casa, Eyong sentenció tras hacer bueno el rechace tras un golpeo de Rey que se había estrellado en el poste (72'). Escandell, algo sorprendido, estaba totalmente vendido cuando el camerunés, verdugo también con la camiseta del Villarreal, envió el cuero al fondo de las mallas. Y con esto y un bizcocho, ocho puntos a la buchaca.

Jugador Flashscore del partido: Manu Sánchez.

Las estadísticas del choque, en Flashscore.