Responsabilizar a una persona de una crisis es algo propio de España. Luis Enrique es, en gran medida, una de las razones que impulsó la caída de la roja en Catar. Las decisiones del asturiano han sido polémicas. En el partido contra Marruecos, por ejemplo, efectuó más de cuatro cambios en la alineación titular. Demasiadas modificaciones para un torneo corto de máxima exigencia.
El antiguo entrenador del FC Barcelona lleva peso en sus hombros. Sin embargo, no es el único factor que desató el varapalo de Catar. España ha perdido una década completa. Hace 10 años la selección festejó su último título: la Eurocopa 2012. Vicente Del Bosque dirigía al equipo. Iniesta, Xavi y Sergio Busquets gozaban de una forma excelsa. Fernando Torres vivía una etapa adversa en el Chelsea que compaginaba con una brillante versión con la camiseta española. ¡Qué tiempos aquellos!.
Desde esa final contra Italia han pasado tres Copas del Mundo. En ninguna se avanzó más allá de los octavos. En Brasil, fue Holanda el equipo que tumbó las esperanzas con una brutal goleada por 5-1. El Rusia, el escándalo de Lopetegui cambió el curso del torneo. Fernando Hierro realizó un aterrizaje de emergencia. El local eliminó a los suyos en octavos vía penaltis.
La palabra relevo generacional empezó a tomar cabida. Luis Enrique era la alternativa perfecta para efectuar ese recambio. Lo hizo. Apostó por una nómina mixta en donde la juventud se impuso frente a la experiencia. La media de edad de España es menor a los 26 años. Un elemento positivo a futuro, pero desastrozo e inestable en un presente en donde las dudas valen mucho más que las visiones a largo plazo.
La Nations League y la Eurocopa son los dos grandes sellos de Luis Enrique. En cuatro años, el asturiano no levantó un título. Se dedicó a instalar un aparente estilo único en donde prevaleció una base.
El estilo es, quizás, su sello personal. El A.D.N español es claro. ¿Será suficiente un esquema para solventar los resultados de una década?. La roja no ganó nada desde el 2012. De nada sirve jugar como nunca si el equipo pierde como siempre.
El recambio vuelve a instalarse en la Federación. Luis De La Fuente presenta una doble tarea: decidir si cambia o no el esquema que dejó Luis Enrique y buscar una alegría en la Nations League. En junio podría cortarse esta agobiante racha de 10 años sin trofeos.