Rafa Nadal (36) tuvo que decir adiós al primer Grand Slam del 2023 y tan solo le quedan unos días como vigente campeón porque este domingo se verán las caras el serbio y el griego. Su enésimo problema físico no le obligó a retirarse contra el estadounidense, pero sí que le hizo jugar alrededor de medio partido muy lastrado y sin apenas posibilidades de conseguir la remontada.
Lo ocurrido en aquel encuentro queda atrás ya, aunque el dolor y la rehabilitación le recuerdan cada día lo que pasó frente a un rival que apenas duró unas cuantas horas más en el torneo, ya que cayó eliminado en la siguiente ronda (frente a Yoshihito Nishioka por 3-0). El foco ahora, en cambio, debe estar en lo que vendrá dentro de unos meses, una vez pueda volver a la competición. Roland Garros, cita a la que llegará en plenas condiciones, será el principal objetivo.
"Hoy he estado en la Clínica Tenis Tecknon de Barcelona dónde me han realizado unas pruebas. Se confirman los resultados de Melbourne y los plazos siguen siendo los mismos. Establecido los tratamientos a seguir y en tres semanas me realizarán nuevas pruebas para ver la evolución", explicó Nadal a través de Twitter. Se trata de una buena noticia porque, de confirmarse en ese tiempo que ha indicado, se mantendría el mes de marzo como la fecha de su regreso a las pistas.
Su participación en la temporada de tierra, salvo que haya un nuevo contratiempo, está más que asegurada. La lesión que padece en el psoas ilíaco no le impedirá defender el título en el Abierto de Francia y, unas cuantas semanas antes, podrá coger ritmo de competición para llegar a París en las mejores condiciones posibles. Lejos quedará entonces lo de Australia, donde Djokovic tiene la posibilidad de igualar al mallorquín en lo que a número de Grand Slams se refiere.