Este coloso de 2,03 m, cuya feroz rivalidad con los campeones japoneses Takanohana y Wakanohana copó los titulares de la prensa deportiva nacional y entretuvo al público, formaba parte de la oleada de luchadores hawaianos que marcaron el sumo a principios de los años 2000.
Nacido en 1969, Chadwick Haheo Rowan fue descubierto por otro pionero del archipiélago estadounidense: Takamiyama, primer extranjero en haber ganado un torneo de sumo y maestro del primero.
Akebono Tarō dio sus primeros pasos en Japón allá por 1988 y escaló rápidamente en la clasificación gracias a su tamaño (llegó a pesar 233 kg en la cima de su carrera) y a los fuertes empujones de sus largos brazos. En 1993 se convirtió en el primer yokozuna de origen no nipón de la historia de esta disciplina.
En total, ganó once competiciones y fue elegido para hacer una demostración de sumo durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de invierno de Nagano en 1998.
Tras su retirada en 2001, Akebono se orientó a otras artes marciales mas lucrativas, como el kickboxing y el catch.