El brasileño Marcos Paulo, internacional en las categorías inferiores de Portugal, afronta su segunda cesión desde que llegó al Atlético de Madrid en el verano de 2021. Su fichaje se interpretó como una oportunidad de mercado al no suponer ningún coste para el conjunto de la capital. Simeone pudo verlo durante algunos amistosos, pero era casi imposible que se hiciera con un puesto en la plantilla, sobre todo en esta última campaña.

Después de jugar en el Famaliçao, los rojiblancos optaron por un destino más que conocido y fructífero: el Club Deportivo Mirandés. Allí han brillado jóvenes de muchísimos equipos, pero el Atleti es uno de los casos más recientes, ya que optó por la misma fórmula con Sergio Camello y Rodrigo Riquelme en la campaña pasada. Los dos ofrecieron un rendimiento fantástico y ya están en LaLiga Santander, una prueba más de que es un gran escaparate y, sin lugar a dudas, un auténtico trampolín para los más inexpertos.

La experiencia portuguesa no le fue del todo bien a Marcos Paulo, que incluso llegó a jugar con el filial (sub-23) y marcó un gol. Respecto al primer equipo, 20 apariciones en total -muchas de ellas desde el banquillo- y un balance especialmente pobre: ningún gol y ninguna asistencia. Además, disputó su último encuentro el 23 de enero, por lo que ha estado muchos meses sin participar.

Su experiencia en Segunda, de momento, va a algo mejor, aunque el Mirandés es colista. El futbolista con pasado en el Fluminense ha jugado siete partidos hasta la fecha -seis de ellos como titular- y este domingo pudo festejar su primera diana en Europa a nivel profesional (minuto 94). No es un gol más de los que se ven en la categoría, ya que sirvió para romper la espectacular racha de imbatibilidad del Burgos, un muro infranqueable hasta este domingo, aunque no para puntuar porque El Ghezouani anotó el 2-1 en el 102'.

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