El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos, decía Salvador Dalí. El pintor, querido por muchos, cuestionado por otros, impulsó la era de la modernidad y, con su trabajo diario, encontró en el arte una independencia que, en la actualidad, es observada desde la admiración.
Así como Dalí, Luis Enrique y Flick toman la independencia como un estilo. El español, reconocido por su carácter y por su excelente gestión de grupo, incursiona, investiga y promueve nuevas políticas que, para algunos arcaicos, son demasiado novedosas para el fútbol. El alemán, un poco más conservador, genera un movimiento de fibras intenso en los seguidores de la Mannschaft. La renovación que ofrece choca con el éxito pasado y, por momentos, saca a florecer las dudas y los miedos.
Flikc pasa por una etapa que Luis Enrique ya vivió. Los primeros años del seleccionador al frente de España no fueron fáciles. El entrenador despertó odios y amores. Desde Barcelona, por supuesto, apoyaban su fichaje por la RFEF. Desde Madrid, en cambio, no era visto con buenos ojos.
Luis Enrique tomó decisiones que, en su momento, causaron furor en la hinchada española. La apuesta por Gavi, con 16 años, fue una de ellas. Pocos le creyeron. El antiguo entrenador de la Roma no se quedó sólo en el banquillo de la roja. Sin embargo, la división fue latente. La salida de Sergio Ramos. La ausencia de Iago Aspas. La convocatoria de Pedri. Sus medidas eran duras. Con el paso del tiempo, ocasionaron el resultado esperado.
Ahora, un amplio porcentaje de la afición considera que Gavi es indispensable para la roja. Pedri es amo y señor del mediocampo. El tridente es inamovible. La apuesta de Luis Enrique, en definitiva, salió a la perfección.
Flick, al igual que Luis Enrique, ejerce una serie de cambios en Alemania. La Mannschaft cursa por una reconstrucción en donde la juventud intenta suplir a las pocas bases que quedaron de la Copa del Mundo conquistada en el 2014.
El ex entrenador del Bayern no maneja tanta independencia como Luis Enrique. Llegó al banquillo alemán con el objetivo de darle continuidad al proceso de Low. En ese contexto, es difícil emplear una renovación cuando existe una hoja de ruta pactada.
Puntos en común
Además de las circunstancias, Luis Enrique y Flick exhiben puntos en común en la táctica que emplean para gestionar a sus equipos. España y Alemania ofrecen un estilo vistoso, en donde el control de la pelota tiene un rol especial. Los dos conjuntos manejan jugadores con buen pie que circulan el esférico de lado a lado.
La posesión es un elemento fundamental para ambos. La amplitud y los títulos, también. El asturiano, campeón del histórico sextete con el FC Barcelona, impulsa el sistema de La Masía en la selección española. El alemán, que emuló al cuadro blaugrana en el 2020, obtuvo su sextete con el Bayern Munich y le ofreció al fútbol europeo una de las noches más recordadas en la Copa de Europa: aquel 2-8 en Lisboa.
España y Alemania chocan en la fase de grupos. Algo poco habitual. La roja arrolló a Costa Rica en la primera jornada. Los teutones, por su lado, perdieron 1-2 con Japón después de un pésimo partido en materia defensiva.
Luis Enrique y Flick, los dos técnicos de la modernidad, tendrán que medir fuerzas en un partido de contrastes. ¿Es tiempo para impulsar la nueva era del fútbol o es mejor apostar por las bases que han traído buenos resultados?. Es una pregunta tediosa que ninguno quiere contestar y que, posiblemente, será resuelta en el campo.