La eterna discusión sobre quién es el mejor jugador de fútbol de la historia sigue siendo un tema candente entre aficionados, expertos y jugadores. Esta controversia no tiene una respuesta única, ya que los criterios que definen a un "mejor" jugador varían según su rendimiento, logros, influencia en el juego y su habilidad para mantenerse en la élite a lo largo de su carrera. Este ranking ha tomado en cuenta estos aspectos fundamentales, que no solo miden la destreza en el campo, sino también el legado que cada jugador ha dejado en la historia del fútbol.
Criterios para el ranking de los mejores jugadores de la historia del fútbol
Logros colectivos: Títulos obtenidos en sus clubes y selecciones, y su capacidad para destacar en competiciones internacionales.
Galardones individuales: Cantidad de Balones de Oro, Botas de Oro y otros premios individuales que un jugador ha conseguido a lo largo de su carrera.
Influencia en el juego: El impacto que tuvo en su equipo, su país y el fútbol en general.
Consistencia y longevidad: La habilidad de mantenerse a un nivel alto durante una carrera extensa.
Top 10 de los mejores jugadores de fútbol de la historia
1. Lionel Messi
Lionel Messi es considerado por muchos el mejor futbolista de la historia, con un legado inigualable que incluye ocho Balones de Oro, seis Botas de Oro y más de 700 goles. Su paso por el FC Barcelona dejó una marca imborrable, conquistando títulos nacionales e internacionales, incluidas varias Champions League. La victoria en la Copa América 2021 y el Mundial 2022 sellaron su estatus como el mejor a nivel internacional. Su habilidad técnica, visión de juego y capacidad goleadora lo han convertido en un referente mundial, capaz de romper récords y decidir partidos clave. Con una longevidad y consistencia excepcionales, Messi ha dejado una huella profunda en el fútbol mundial, consolidándose como una leyenda viviente.
Diego Maradona, conocido como 'El Pelusa', fue uno de los futbolistas más talentosos y carismáticos de la historia. A pesar de su vida marcada por altibajos, su genio en el campo fue innegable, destacándose principalmente en el Nápoles y la selección argentina. Su actuación en el Mundial de 1986, donde conquistó el título y ofreció el "Gol del Siglo" con la denominada 'Mano de D10s' contra Inglaterra, consolidó su estatus como leyenda. Maradona transformó al Nápoles en un gigante, ganando títulos como la Serie A y la Copa de la UEFA. Más allá de los trofeos, su pasión y magia con el balón lo convirtieron en un icono mundial. Para Argentina, sigue siendo un dios del fútbol, y su legado permanece eterno en la memoria colectiva.
3. Pelé
Pelé, el 'Rey del Fútbol', es sinónimo de excelencia. Con tres Copas del Mundo (1958, 1962, 1970), un registro de 643 goles y un estilo de juego que definió a una generación, Pelé es una leyenda eterna. Uno de los máximos goleadores de la historia del fútbol. Sus últimos años los pasó en el New York Cosmos, expandiendo su fama y acercando el fútbol al público estadounidense. A pesar de no haber jugado en Europa, su legado sigue siendo un referente, y es uno de los pocos jugadores mencionados repetidamente en las discusiones sobre los mejores de todos los tiempos.
En la era moderna, Cristiano Ronaldo ha marcado un antes y un después en el fútbol. Con cinco Balones de Oro, cuatro Botas de Oro y cinco títulos de Champions League, su carrera se caracteriza por su feroz competitividad y ética de trabajo. A lo largo de su trayectoria, ha jugado en algunos de los clubes más prestigiosos del mundo, incluyendo el Manchester United, Real Madrid y Juventus. Es el máximo goleador histórico de la Champions y de las selecciones nacionales, dejando su huella, tras abandonar Europa, en el Al Nassr. Su legado, aunque a menudo comparado con Messi, es innegable y su nombre está escrito en la historia del fútbol.
5. Johan Cruyff
Johan Cruyff, el líder de la 'Naranja Mecánica' de los años 70, es una de las figuras más influyentes en la historia del fútbol. Revolucionó el juego con su concepto de "fútbol total" y dejó una huella imborrable tanto como jugador en el Ajax y Barcelona como entrenador. Bajo su liderazgo, el Ajax dominó Europa, logrando tres Copas de Europa consecutivas (1971, 1972 y 1973) y sumando una Copa Intercontinental. Su talento excepcional le valió el reconocimiento mundial, siendo premiado con tres Balones de Oro en 1971, 1973 y 1974. Aunque no ganó un Mundial, su capacidad para transformar el juego y su legado en la formación de futuros jugadores y entrenadores lo consolidan como una de las figuras más grandes del fútbol mundial.
Conocido como Der Kaiser, Franz Beckenbauer cambió la manera de jugar como defensor, elevando la posición de líbero a una función clave en el juego moderno. Ganador de dos Balones de Oro y líder de Alemania en su victoria en el Mundial de 1974, Beckenbauer también brilló a nivel de clubes con el Bayern de Múnich. Su influencia en el fútbol, tanto dentro como fuera del campo, sigue siendo crucial para la evolución táctica del deporte, más aún en la posición de defensa central, y es que fue pionero en la salida de balón desde atrás y en liderar al equipo desde la retaguardia.
Zinedine Zidane fue la personificación de la elegancia en el campo. El francés logró la gloria con el Real Madrid y la selección francesa, destacando por su visión de juego y su habilidad para decidir partidos importantes, como su gol de volea en la final de la Champions League de 2002. Con un Mundial (1998) y una Eurocopa (2000) en su palmarés, además de múltiples títulos de clubes, Zidane es una leyenda tanto en el campo como en los banquillos, donde ganó tres Champions de manera consecutiva con la camiseta del Real Madrid.
8. Ronaldo Nazário
Ronaldo Nazário, conocido como "El Fenómeno", es uno de los delanteros más completos de todos los tiempos. A pesar de las lesiones que marcaron su carrera, Ronaldo dejó su huella en equipos como Barcelona, Real Madrid e Inter de Milán. Con dos Copas del Mundo (1994 y 2002), su capacidad para driblar y anotar en situaciones imposibles lo colocan entre los más grandes de la historia.
9. Ferenc Puskás
Ferenc Puskás fue un goleador imparable (746 goles en 754 partidos) que dominó tanto con su selección húngara como en el Real Madrid, donde fue pieza clave en la consecución de las cinco Copas de Europa. Aunque su carrera coincidió con la época dorada de otras leyendas, Puskás dejó una marca imborrable, siendo reconocido como uno de los mejores jugadores del siglo XX por la FIFA. En honor a su figura, hay galardón anual llamado Premio Puskas que se otorga al mejor gol del año.
10. Michel Platini
Michel Platini fue un mago del balón y un líder indiscutible en el campo, especialmente para la selección francesa, con la que conquistó la Eurocopa de 1984. Logró tres Balones de Oro consecutivos, de 1983 a 1985. Su influencia en el juego fue tan significativa que, hasta la llegada de Zidane, Platini fue el gran icono del fútbol galo. Aunque no ganó un Mundial, su legado y su impacto en el fútbol europeo son innegables. Además, guió a Francia a su primera Eurocopa en 1984.
A lo largo de la historia del fútbol, las comparaciones entre los grandes jugadores siempre han estado marcadas por controversias. La eterna rivalidad entre Messi y Cristiano Ronaldo ha dividido opiniones, especialmente en cuanto a la comparación de sus logros individuales y el impacto en sus respectivos equipos. Por otro lado, Maradona y Pelé siguen siendo figuras debatidas, con algunas voces que aún los consideran como los mejores debido a sus respectivas contribuciones al fútbol mundial. Sin embargo, más allá de las disputas, estos jugadores han trascendido el deporte y siguen siendo fuentes de inspiración para generaciones futuras.
El ranking de los mejores jugadores de la historia es una cuestión subjetiva y, a menudo, una tarea compleja. Cada uno de los jugadores mencionados en este artículo ha dejado una marca indeleble en el fútbol, desde su habilidad técnica hasta su impacto cultural y social. Aunque los criterios pueden variar, lo que queda claro es que estos jugadores, con sus logros, influencias y legados, han elevado el fútbol a niveles inimaginables, cambiando para siempre la historia del deporte. La grandeza en el fútbol no se mide solo por los trofeos, sino también por la huella que dejan en los corazones de los aficionados, una huella que perdura mucho después de que su carrera haya terminado.