Con motivo del comienzo de la pretemporada, los equipos celebraron su clásico 'media day'. En una de las ruedas de prensa por Zoom, el exjugador de UCLA compareció ante la prensa y no tardó en desilusionar a los que esperaban que la lesión fuese breve: "Está claro que algo no va bien ahí dentro. Van a verlo bien y se hará lo que se tenga que hacer", aseguró.
"Hay un rango, entre los treinta y sesenta grados, con la rodilla doblada, en el que no tengo nada de fuerza y no me tengo en pie. Hasta que no pueda hacer eso, no podré jugar. Hice rehabilitación y fue bien, pero no hasta el punto de salir ahí y poder correr a toda velocidad. Así que la cirugía es el siguiente paso", explicó, confirmando que deberá pasar por el quirófano una vez más.
En esta ocasión, los Bulls optarán por abordar el problema con mayor calma, porque ya no es que Ball no pueda jugar al máximo nivel, sino que tiene problemas para afrontar acciones habituales de la vida cotidiana: "Es todos los días, hasta subir unas escaleras es doloros"”, aseveró. "Tengo entendido que van a mirar lo que tengo para comprobar si es algo que no sale en el examen médico", agregó.
Se busca un plan B
Dentro de la franquicia ya han asumido que lo más seguro es que el californiano esté fuera de juego hasta final de temporada. Así lo dejó entrever el General Manager Arturas Karnisovas (51): "Va más despacio de lo que sería ideal", indicó el lituano.
"Creo que lo haremos", concluyó el entrenador Billy Donovan, en la misma línea que la gerencia, afirmando que buscarán un sustituto en cuanto se confirmen los plazos de la baja.