Santi Denia y los suyos han demostrado seguir inspirados tras un parón en el que han sumado seis de seis y han oficializado su presencia en el próximo gran torneo sub 21.
Tras la victoria española ante Escocia en tierras británicas, la clasificación estaba a punto de caramelo. Sin embargo, para acabar la escapada internacional con el mejor sabor de boca había que ganar a Hungría.
Un partido serio ante un equipo que ha decidido seguir la misma estrategia que Escocia. Pocos espacios, repliegue intenso e intentar minimizar al máximo las armas de La Rojita.
La calidad que atesoran en las botas los jugadores de España fue la principal responsable de desatascar la situación.
No eran suficientes las ocasiones que estaban ocasionándose hasta que Robert Navarro, en el minuto 20, perforó la portería rival.
Los intentos de Hungría por perturbar la tranquilidad de Iturbe no fueron suficientes para empatar el partido. España minimizó los posibles sustos y ni con el partido roto encajó gol.