Andoni Iraola, en un tono educado y calmado, no se contuvo a la hora de dar su opinión sobre el papel del colegiado del partido frente al Girona, Figueroa Vázquez, porque entiende que tomó decisiones que contrastan con las explicaciones recibidas al principio de la temporada. Taty Castellanos (minuto 34) y Samu Saiz (75') fueron los encargados de marcar desde los 11 metros. El equipo madrileño estaba por delante en el marcador antes de que ambos batieran a Stole Dimitrievski.
"Es evidente que los dos penaltis son decisivos porque de ahí vienen los dos goles del Girona. Son dos acciones que a nosotros nos han explicado que no son penaltis. El Comité hace una reunión y nos explica que las manos intrascendentes cuando el balón no va a portería, no se van a pitar; penaltis dudosos o penaltitos cuando la jugada ya está arbitrada, no se van a pitar. Pues han pitado los dos. Y una vez dicho esto, creo que el Girona se ha merecido el empate por fútbol, juego y acercamientos", explicó el entrenador.
Así, de forma sosegada y tranquila, Iraola opinó sobre esas dos jugadas que cambiaron el rumbo del encuentro y que, en parte, le restaron algo de valor (en cuanto a puntos) a los goles de Sergio Camello e Isi Palazón. Ambos equipos dan por bueno el empate porque se encuentran en una buena situación clasificatoria (el cuadro local es duodécimo con 17 puntos, mientras que los visitantes son séptimos con seis más, lejos unos y otros de los puestos de descenso).
Gol anulado en el último minuto
Los de la capital, por unos segundos, se vieron derrotados en Girona porque el equipo de Montilivi celebró el 3-2 en el descuento. Sin embargo, el árbitro decidió anular el gol pese a que venía procedente de un contrario (un mal despeje). La jugada se ha interpretado de dos formas distintas, como aquel gol de Kylian Mbappé contra España en la Liga de Naciones. En cualquier caso, Figueroa no miró el monitor, sino que hizo caso a lo que le dijeron desde la sala VOR, como es habitual en los fueras de juego.