McIlroy calificó de "inevitable" la brillantez de su rival estadounidense durante los tres primeros días en Royal Portrush, mientras prosigue la asombrosa racha de forma que ya ha llevado a Scheffler a conquistar el Campeonato de la PGA este año.
Cuando ha llegado líder a los 54 hoyos, Scheffler ha ganado sus últimos nueve torneos, y solo un colapso inesperado o una remontada de sus perseguidores podría negarle su cuarto major.
Li Haotong es su más inmediato perseguidor, con 10 bajo par, y aspira a hacer historia convirtiéndose en el primer chino que gana un major. Matthew Fitzpatrick es tercero, a cinco golpes del liderato, tras tropezar en los últimos nueve hoyos el sábado.
McIlroy parece ser la única gran amenaza para una tranquila tarde de domingo de Scheffler, ya que el campeón del Masters intenta aprovechar la ola de apoyo en un campo situado a poco más de 100 kilómetros de donde dio sus primeros pasos en el juego, a las afueras de Belfast.
Durante gran parte del sábado, los miles de personas que seguían cada movimiento de McIlroy estaban extasiados.
Tres birdies en sus cuatro primeros hoyos y un eagle en el 12 impulsaron al número dos del mundo a una ronda de 66 golpes y a compartir la cuarta plaza.
Pero el campeón del Abierto Británico de 2014 sigue a ocho golpes del liderato, una brecha que incluso él reconoce que es difícil de salvar dada la clase de Scheffler.
"Scottie Scheffler es inevitable. Incluso cuando no tiene su mejor juego, es el jugador completo", dijo McIlroy.
"Está jugando como Scottie. No creo que sea una sorpresa. Todo el mundo ha visto cómo ha jugado o juega en los últimos dos o tres años. Es tan sólido. No comete errores".
Scheffler no se siente 'pleno'
Scheffler sorprendió en su comparecencia ante los medios de comunicación antes del torneo al afirmar que la suya "no es una vida plena" a pesar de su éxito y su posición en el juego.
"Parece que trabajas toda tu vida para celebrar que has ganado un torneo durante unos minutos. Solo dura unos minutos, esa especie de sensación de euforia", añadió.
Sin embargo, es difícil imaginar que a Scheffler le arrebaten sus pocos momentos de felicidad en el green del hoyo 18 de la costa de Causeway.
La victoria le convertiría en el segundo jugador, después de Tiger Woods, que gana el Abierto Británico siendo número uno del mundo.
Su racha de 10 top-10 consecutivos también continuará, una racha que incluye tres victorias.
Ese nivel de regularidad ha suscitado comparaciones con el apogeo de Woods, aunque Scheffler siga estando lejos de los 15 majors de este último.
"Es un jugador excepcional. Es el número uno del mundo,y estamos viendo cosas parecidas a las de Tiger", dijo Fitzpatrick de su compañero de juego el sábado.
Sin embargo, esa expectación no parece importarle al hombre que va camino de levantar la Jarra de Clarete por primera vez.
Ganar campeonatos importantes no es tarea fácil, y me he colocado en una buena posición", dijo Scheffler.
Mañana voy a salir desde el primer tee e intentaré meter la bola en la calle, y cuando llegue al segundo golpe intentaré dejar la bola en el green.
No hay mucho más que hacer".