El número uno del mundo, Scottie Scheffler, minimiza cualquier idea de grandes expectativas para la Ryder Cup de esta semana, incluso después de una temporada con seis victorias que incluyó dos títulos de Grand Slam.
El cuatro veces campeón de majors liderará a la poderosa selección de Estados Unidos frente a la vigente campeona Europa cuando la 45ª edición de la Ryder Cup comience el viernes en Bethpage Black.
Scheffler, dos veces ganador del Masters, conquistó el British Open y el PGA Championship y sumó su 18º título en el PGA Tour hace dos semanas en el último evento de preparación de Estados Unidos para la Copa.
Aunque su historial en la Ryder Cup es de solo 2-2-3, el campeón olímpico en París se espera que sea una pieza clave para los estadounidenses esta semana.
"De verdad no pienso en expectativas ni nada por el estilo. Eso es espacio desperdiciado en mi cabeza," dijo Scheffler el martes. "No me preocupo por ese tipo de cosas porque no son importantes para mí."
"Cuando llego a los torneos, lo que me importa es mi preparación, y me he preparado para este torneo. Estoy listo para salir a competir y cuando me toque el viernes, podré decirme en el tee que hice absolutamente todo lo posible para jugar bien."
Aunque las expectativas de los demás no le afectan, las expectativas de Scheffler para sí mismo son altísimas, según su compañero de equipo estadounidense Russell Henley.
"Él tiene expectativas muy altas para sí mismo y no importa si está jugando nueve hoyos por diversión en casa o si está en un major. Siento que siempre se exige el mismo nivel," comentó Henley.
"Quiere jugar de maravilla. Quiere ganar. No creo que importe la situación. Creo que simplemente es así como está hecho."
El trabajo de Scheffler con el entrenador Phil Kenyon, que comenzó apenas unas semanas antes de la derrota de Estados Unidos en la Ryder Cup 2023 en Roma, ha dado resultados espectaculares.
"Me siento muy cómodo con el estado de mi juego," afirmó Scheffler. "Phil ha sido increíble para mí, manteniendo las cosas simples, ayudándome a tener la mente despejada, y tengo muchísima confianza en lo que estamos trabajando."
Scheffler, de 29 años, descartó cualquier idea de tener un aura especial como la que Tiger Woods disfrutó en su momento, especialmente en lo que respecta a compañeros para los partidos de four-ball o foursomes.
"Me gustaría pensar que no soy difícil de emparejar con otros jugadores," dijo Scheffler. "Me considero una persona agradable y fácil de tratar. He tenido diferentes compañeros a lo largo de los años y he logrado buenos resultados."
El rompecabezas imposible de resolver
Más allá del deporte, el golf se ha convertido en una obsesión para Scheffler, solo superada por su familia.
"Siento una gran satisfacción y orgullo por lo que he logrado en este deporte. Este juego significa mucho para mí," aseguró.
"Por todo el trabajo que requiere salir aquí y jugar al golf, esto es mucho más que un simple juego para mí. Es algo realmente importante. Es, básicamente, la obra de mi vida en este momento."
"Si no estoy con mi familia, estoy pensando en golf, pensando en cómo mejorar."
Esa pasión por el golf lo ha llevado a buscar nuevas distracciones.
"Ojalá pudiera desconectar mi mente y pensar en otra cosa," confesó Scheffler. "Tengo que encontrar nuevas cosas con las que obsesionarme, porque si no, literalmente estaría pensando en golf todo el tiempo."
A pesar de todas sus victorias, la búsqueda de la perfección en el golf para Scheffler es como intentar alcanzar una estrella inalcanzable.
"Es como un rompecabezas que nunca se puede resolver," dijo. "Incluso después de los torneos que gano, la satisfacción es algo que realmente no aparece en mi mente."
"Soy perfeccionista por naturaleza, y creo que eso es lo que hace tan especial al golf. Siempre hay algo que se puede mejorar, y en eso es en lo que me concentro."