Es el máximo goleador de la historia de Gales con 40 tantos anotados. Es el capitán del equipo. El líder absoluto en el que todos sus compañeros confían cuando la situación lo requiera. Sólo hay un pero para él, sus lesiones. 

En las últimas temporadas, Gareth Bale se ha perdido multitud de partidos. Casi más de los que ha jugado. Que se lo pregunten al Real Madrid. Especialmente, sus gemelos han sido su principal talón de Aquiles. 

Pero todo eso queda ya en el olvido. Bale estará sobre el terreno de juego para el debut mundialista ante Estados Unidos el próximo lunes. "Estoy completamente en forma y listo para jugar. Si necesito jugar los 90 minutos de los tres partidos, lo haré", dijo el actual jugador de Los Ángeles FC.

El miedo a perderse la cita ha estado muy presente en estas últimas semanas. "Ha sido difícil, mentalmente más que nada. Supongo que para todos, las últimas tres o cuatro semanas ha sido difícil, incluso escuchar historias de jugadores que caen y saben que se van a perder la Copa del Mundo. Estamos rezando para no tener ninguna lesión porque es una gran ocasión esta de jugar un Mundial". 

Después de enfrentarse al país donde ahora juega, Gales se medirá a Irán y a su vecina Inglaterra. 

Mientras tanto, Bale es consciente de que este Mundial en Catar es, socialmente, polémico. Y no se ha escondido. "Podemos arrojar luz sobre los problemas que están ocurriendo. Lo máximo que podemos hacer como futbolistas es crear conciencia para que las personas al más alto nivel tomen decisiones y, con suerte, hagan cambios para mejorar".