Los cambios en el banquillo se produjeron con Thomas Frank al frente del equipo del norte de Londres, después de que Ange Postecoglou fuera destituido por Daniel Levy tras aquella noche de mayo en Bilbao.
En los tres primeros minutos, los Spurs ya habían efectuado dos disparos, aunque desviados, y se habían impuesto a los campeones de la Liga de Campeones del mismo modo que lo había hecho el Chelsea en la final del Mundial de Clubes.

Al igual que en muchos partidos anteriores, el París SG dominó la posesión, pero se encontró con que el Tottenham se mantenía firme atrás y enviaba balones a Richarlison, que empezó a causarle innumerables problemas, ya fuera con disparos del brasileño o haciendo intervenir a sus compañeros con astutos derribos.
El Tottenham se adelanta
En el minuto 38, Micky van de Ven marcó el primer gol gracias en una nueva acción aérea. Atento al rechace tras una buena parada del debutante Lucas Chevalier, el neerlandés inauguró el marcador.
No fue más de lo que merecieron los Spurs, ya que, pese a todo el control de los galos (74,1% en el encuentro), sólo habían realizado tres disparos hasta ese momento, dos de los cuales se marcharon desviados y el otro fue bloqueado.
Como era de esperar, Vitinha participó activamente en el ímpetu ofensivo del equipo de la Ligue 1, encontrando constantemente espacios entre líneas y llevando a Pape Matar Sarr y Joao Palhinha a bailar alegremente en ocasiones.
Una montaña que escalar para el PSG
Luis Enrique también había detectado un punto débil en la banda izquierda del Tottenham, que Achraf Hakimi atacaba constantemente, aunque con escaso éxito, todo sea dicho.
Al final del partido, tanto el citado centrocampista portugués (109) como Hakimi (112) habían superado la barrera del centenar de pases, y eran los dos únicos jugadores que lo habían hecho por ambas bandas.
A los dos minutos de la reanudación, el campeón de la Champions se encontró con una montaña que escalar.
Otro balón alto al área tras un lanzamiento de falta de Pedro Porro encontró a Romero solo en el segundo palo, y su potente cabezazo supuso el 2-0 para los lilywhites. Chevalier, elegido por el técnico asturiano en detrimento de Donnarumma, llegó a tocar el balón, pero sólo pudo despejarlo con las palmas. Fallo grosero.
Si eso es lo que está por venir, el exseleccionador de España se arrepentirá de su decisión.
Los suplentes cambiaron el partido
Tras una actuación decepcionante, Khvicha Kvaratskhelia fue sustituido a la hora de juego.
A pesar de sus cuatro toques en el área contraria ante la presión del PSG, su aportación en general no estuvo ni cerca de lo que es capaz de hacer, y sus 30 toques totales en el partido estuvieron muy por debajo de lo que muchos de sus compañeros ofrecieron en la noche.
Tres sustituciones más en el siguiente cuarto de hora acabaron por cambiar el curso del encuentro, cuando el plantel capitalino empezó a ejercer su autoridad.
Tras un disparo bloqueadojusto antes de la hora de juego, los Spurs se vieron obligados a retroceder cada vez más.
Cinco tiros del PSG antes de su primer gol y un bello golpeo desde fuera del área del suplente Lee Kang-in en el 84', fueron prueba suficiente de que los hombres de Thomas Frank iban a tener que emplearse a fondo en defensa si querían aguantar.
Con Porro y Spence empezando a perder el balón con alarmante regularidad, cualquier control que los Spurs tuvieran sobre el partido se iba debilitando a medida que pasaban los minutos.

Mientras los centros se sucedían (25 en total para el PSG), parecía inevitable que una ocasión tardía encontrase su objetivo.
Eso es exactamente lo que ocurrió a falta de dos minutos para el final del tiempo añadido, cuando Hakimi cedió el balón a Ousmane Dembélé y su centro con efecto encontró la cabeza de otro suplente, Gonçalo Ramos.
A pesar de que los Spurs tenían una línea de cinco defensas en el área, junto con otros cuatro de sus propios jugadores en el área de 12 yardas, ninguno pudo reaccionar con la suficiente rapidez.
Penaltis necesarios
El conjunto de la Premier League tomó la iniciativa tras el inexplicable fallo de Vitinha, que envió fuera a Guglielmo Vicario.
Por desgracia para los ingleses, tanto van de Ven como Mathys Tel fueron incapaces de transformarlos, dejando a Nuno Mendes la oportunidad de sellar la victoria, que aprovechó con aplomo.
Aunque el conjunto del norte de Londres se sentirá decepcionado por haber rozado el triunfo, hubo destellos de lo que se puede esperar bajo la batuta de Thomas Frank.
Siempre iban a tener que ceder la posesión del balón, pero su capacidad para poner en aprietos al PSG con un juego mucho más sencillo es sin duda un modelo a seguir en el ámbito nacional.
Además, el trabajador Mo Kudus fue el jugador que más ocasiones creó para su equipo (tres), el que más centros realizó (cuatro) y el tercero que mejor porcentaje de pases completó del equipo (83,3%).
La historia demostrará que, en esta ocasión, fueron los perdedores; sin embargo, estuvieron más que a la altura de uno de los mejores equipos del mundo, a pesar de estar bajo presión durante largos periodos.
En cualquier caso, es una señal alentadora y algo que mejorar con el paso de los meses.
