Para encaramarse a lo más alto de la tabla, aunque sólo fuera por una noche, el Milan visitó Parma lleno de motivación. Y sobre el terreno de juego transmitieron enseguida la idea de querer dominar, a pesar de aprovechar un contragolpe para abrir el marcador. Fue en el minuto 12, de hecho, cuando tras una recuperación de Pavlovic, el campo se abrió y Nkunku cabeceó hacia la portería, y luego envió atrás para Saelemaekers. El belga lanzó un zurdazo raso desde fuera del área en el que Suzuki no pareció llegar a tiempo.
Y tras romper el equilibrio, los rossoneri ganaron en serenidad. En el minuto 25, el centrocampista belga confirmó su excelente momento con un buen eslalon tras el cual fue derribado en el área. Tras una revisión del VAR, el árbitro Di Bello confirmó la decisión inicial y permitió a Leao lanzarse al punto de penalti. El lusitano colocó el balón con firmeza en la esquina inferior a la derecha de Suzuki, que había adivinado la trayectoria.

Jadeo ducal
Los Ducali sintieron el golpe, pero aún así intentaron reaccionar, como ocurrió tras una internada por la derecha que acabó con un cabezazo de Del Prato bien amortiguado por Maignan. Con el control, los rossoneri elevaron su centro del campoy probaron suerte con Nkunku, cuyo derechazo fue bloqueado por Suzuki. Antes del descanso, sin embargo, llegó el trueno de Bernabé, que recogió el balón en el borde derecho del área y trazó una espléndida trayectoria para colar el esférico en la meta contraria.
Al comienzo de la segunda parte, los emilianos se mostraron vehementes, y a los pocos minutos estuvieron a punto de empatar tras una buena combinación entre Cutrone y Pellegrino, tras la cual el delantero argentino fue obstaculizado regularmente por Estupiñán delante de la portería . Quien se echó el Parma a los hombros fue el capitán Del Prato, que en dos incursiones aéreas asustó dos veces a Maignan, aunque no encontró portería.
Fuego y llamas
La mayor emoción llegó en el minuto 58 cuando, tras una internada de Pellegrino, Bernabé quedó libre en el área por la derecha, pero su lanzamiento de falta con la zurda fue terriblemente mal ejecutado. Pero lo del Parma fue una avalancha, y tras un cabezazo de Pellegrino que dio en el poste, fue Del Prato quien encontró el momento perfecto y, esta vez sí, también el gol del 2-2 con un testarazo.
Tras lograr el merecido empate, los locales aumentaron el ritmo en busca de un vuelco trascendental, mientras Allegri retiraba a Nkunku por Pulisic, desplegando a Leao en punta. Y fue el estadounidense quien dispuso de la ocasión más clara en el minuto 76 cuando, tras un pase del portugués, se plantó delante de Suzuki y conectó un disparo raso que se marchó rozando el poste.
En el último cuarto de hora se rompieron los esquemas y el desorden fue absoluto sobre el terreno de juego. Un lanzamiento de falta del recién entrado Hernani provocó una repentina pero poco ortodoxa intervención de Maignan, que evitó el gol de la burla. En el siguiente contragolpe, sin embargo, Saelemaekers se lanzó hacia Suzuki con mucho campo, pero dudó demasiado y, tras dos regates de más, fue cerrado en el momento del disparo.
Fue el Milan el que forzó la final, abriendo a menudo el campo para buscar el centro adecuado, ya que el Parma se había replegado mucho para evitar conceder pasillos interiores como hasta entonces. En el minuto 90, Modric lo intentó desde el borde del área con un zurdazo que Suzuki hizo temblar a los Tardini, que no lo cogieron de primeras, pero sí en dos tiempos. A continuación, el croata centró para Leao, al que detuvieron con frecuencia en el área en lo que fue la última oportunidad de un Milan que se marchó triste a casa por haber sufrido una dura remontada.

Jugador Flashscore del partido: Saelemaekers (Milan).
