La situación de Lautaro Martínez sigue envuelta en la incertidumbre tras las supuestas expresiones blasfemas proferidas al final del Juventus-Inter. El delantero argentino, visiblemente molesto por la derrota ante la Vecchia Signora (1-0), se habría desahogado con palabras inapropiadas.
El capitán nerazzurro está ahora bajo la lupa de la fiscalía de la FIGC por una supuesta blasfemia. Por el momento, el fiscal Giuseppe Chinè sólo ha recibido el vídeo con los labios del número 10, un elemento insuficiente sin pruebas de audio, que los investigadores buscan actualmente.

Interrogado sobre el asunto tras la victoria contra el Génova, Martínez intentó aclarar su postura, declarando: "Nunca he blasfemado, lo que pasó me molestó. Intento aprender y transmitir respeto también a mis hijos. Los que me conocen saben la persona y el padre que soy. Me siento muy tranquilo".
Una eventual sentencia, sin embargo, no afectará al desafío por el Scudetto contra el Nápoles, previsto para el sábado, ya que la investigación ordinaria sigue un calendario que no es inmediato.