La noche contra el Verona iba a ser una velada de redención para el Milan, recién salido de un decepcionante partido a domicilio en los Países Bajos contra el Feyenoord y obligado a ganar en casa para mantener vivas sus esperanzas de clasificación europea.
Un partido crucial -que llegó en medio de una eliminatoria decisiva de la Liga de Campeones- en el que Sérgio Conceição decidió implementar rotaciones, alineando a Sottil y Musah en lugar de Pulisic y Leão. Al final, fue una vez más el nuevo bombardero Santiago Giménez quien decidió la contienda, protagonizando en la portería el 1-0 que dio al Milan tres puntos vitales y les devolvió la moral.
Demasiado poco Milan
A pesar de las buenas intenciones, el Milan tuvo que vérselas sobre el césped de San Siro con un Verona compacto y bien posicionado defensivamente, que se mostró incapaz de explotar plenamente las cualidades ofrecidas por los nuevos fichajes Giménez y João Félix, como titulares. Tras un comienzo prometedor, el equipo de Zanetti optó por un planteamiento más prudente, replegándose y tratando de contener las ofensivas del rival.
En cambio, como de costumbre, los hombres de Sérgio Conceição maniobraron con el balón de izquierda a derecha, intentando numerosos centros, pero topándose sistemáticamente con la defensa gialloblú, siempre dispuesta a trabajar. La primera ocasión real llegó a los 20 minutos, con un centro insidioso de Joao Felix desde la izquierda que obligó a Montipò a un prodigioso reflejo, que evitó un gol burlón.
Luego, a la media hora de juego, el Milan estuvo a punto de adelantarse: un pase filtrado colocó a Giménez en buena posición para rematar a la red, pero el árbitro, con la ayuda del sistema VAR, anuló el gol por fuera de juego, manteniendo el 0-0 en el marcador.
Así pues, la primera parte terminó en tablas, con un derechazo de Musah que se estrelló en el larguero. Fue una excelente oportunidad para el Diavolo, que, sin embargo, se mostró demasiado tímido en los primeros 45 minutos.
Conceição se vuelca y da las gracias al Bebote
Decepcionado, como tantas veces en los últimos tiempos, por el planteamiento de sus jugadores, el técnico lusitano decidió intervenir rápidamente, retirando del banquillo a Jiménez y Leão, los primeros peones elegidos para agitar un partido empatado. A continuación, tras sustituir a Sottil y Walker, el entrenador del AC Milan optó por un nuevo cambio, dejando fuera también a Fofana, para introducir a Pulisic y cambiar a un audaz 4-2-4, en un intento de desarbolar la sólida defensa del Verona.
Los movimientos del técnico Conceição resultaron perfectos, y los rossoneri protagonizaron una jugada magistral que desembocó en el ansiado gol, que finalmente llegó en el minuto 74. Gran parte del mérito corresponde a los dos jugadores que entraron al inicio de la segunda parte, Álex Jiménez y Rafael Leão, autores de una espectacular combinación que acabó con una asistencia del portugués a Santi Giménez.
El bombardero mexicano, completamente solo ante la portería, depositó el balón en la red para el 1-0, liberando por fin la tensión en San Siro. Segundo gol en dos partidos para el nuevo '7' rossonero, aún decisivo tras su tanto al Empoli.
Obligado a elevar el centro de gravedad y a intentarlo todo, el Verona se descompuso y perdió el orden sobre el terreno de juego, mostrándose incapaz de inquietar seriamente a Maignan, cayendo por la mínima en San Siro y quedándose estancado en 23 puntos en la tabla. El Diavolo, por su parte, volvió a situarse por encima del Bolonia y se colocó momentáneamente a un punto de la Fiorentina.

Jugador Flashscore del partido: Santiago Giménez (Milan)