El sueco, aunque vinculado a los propietarios RedBird, es también un directivo rossonero con importantes poderes.
Sin embargo, después de que la temporada fuera calificada de "fracaso" por el director ejecutivo, Giorgio Furlani, el futuro de Ibrahimovic en la cúpula directiva está amenazado.
La Gazzetta dello Sport afirma que el propietario del Milan, Gerry Cardinale, se ha quedado muy decepcionado con los resultados y planea contratar a un director deportivo, con el encargo de poner en marcha un nuevo proyecto.
Se espera que Furlani elija a esa persona clave en la configuración de la próxima plantilla sin contar con la opinión de Ibrahimovic.
De hecho, ese nuevo fichaje es el que debería determinar el papel y las tareas que tendrá Ibrahimovic la próxima temporada.
No es del todo seguro que el exdelantero tenga un puesto dentro de la estructura.