El Nápoles aventaja en un punto al Inter en la clasificación de cara a su último partido de la temporada, en casa contra el Cagliari.
"Hemos tenido una temporada muy exigente y está claro que éste puede ser el último partido que cierre una temporada para mí en un lugar nuevo, en un ambiente nuevo, donde obviamente sentimos la responsabilidad de dar al Nápoles, a los aficionados, algo bonito e histórico", declaró Conte a la prensa el jueves.
El técnico no estará en el banquillo después de que las emociones se desbordaran en el empate sin goles contra el Parma, en el que Conte y el entrenador parmesano Cristian Chivu se enzarzaron en una pelea a gritos y fueron expulsados al final del partido.
"Siento no haber estado allí. Después de una temporada como ésta, queremos estar allí con los aficionados para liderar al equipo", declaró Conte.
"Hay una gran confianza en mi equipo, como siempre, en los aficionados, en el ambiente que habrá y, aunque esté en la grada, mi corazón estará allí".
"Lo hemos tenido todo de ellos (los aficionados), cercanía en los momentos positivos y en los negativos, cuando hemos flaqueado un poco. Enseguida han creído en todo el equipo. Lo que me gustaría decirles es que sigan siendo quienes son".
Conte dijo que tratará el partido con el Cagliari como un encuentro normal.
"Mañana (viernes) está el Cagliari, un buen equipo, y tenemos que hacer nuestro partido respetando al rival al cien por cien. Si los respetamos, tendremos más posibilidades de ganar", dijo Conte.
"Sabemos muy bien que el trabajo nos ha traído hoy aquí para hablar de algo especial. Tenemos que intentar rematar la faena".