El técnico, Patrick Vieira, dejó en el banquillo al controvertido ariete durante todo el encuentro.
Después, el veterano delantero publicó un mensaje para los aficionados y los medios de comunicación: "Quiero aclarar que estoy plenamente en forma y que, gracias a Dios, no tengo ningún problema".

"Lo anticipo por si en el futuro se dicen tonterías, como ya ha ocurrido en situaciones similares en el pasado", agregó.
"Un beso a todos y Forza Genoa", concluyó.