Con ocho goles en tres partidos de liga antes de este encuentro, el Liverpool no había tenido problemas para marcar esta temporada.
Su más reciente incorporación ofensiva, Alexander Isak, no estuvo en la convocatoria, aunque eso no debería haber influido en lo que fue una primera parte complicada para los Reds.
El Burnley defendió con solidez y también mostró peligro en ataque, con Jaidon Anthony avisando temprano con un disparo por encima del larguero tras una rápida transición.
La afición local se hizo notar, mostrando su descontento cuando el árbitro Michael Oliver permitió que Alexis Mac Allister siguiera en el campo tras permanecer lesionado durante varios minutos.
El público de Turf Moor se enfureció aún más cuando Milos Kerkez intentó forzar un penalti con una caída exagerada, aunque se tranquilizaron un poco al ver que fue amonestado y sustituido tras 38 minutos, siendo la primera vez en la carrera de Arne Slot en la PL que realiza un cambio táctico antes del descanso.
Eso resumió el rendimiento de Liverpool en la primera mitad, con intentos individuales de Mohamed Salah y Hugo Ekitike que apenas inquietaron a Martin Dúbravka.
El Liverpool mostró mayor determinación tras el descanso, acercándose al gol con una potente volea de Ryan Gravenberch, poco antes de que dos suplentes se combinaran: Conor Bradley se metió en el área para cabecear un centro profundo de Andrew Robertson, que salió apenas desviado tras un rebote.
El Burnley no perdía en casa en partido oficial desde El 18 de mayo de 2024 (16 victorias, 9 empates), pero la presión aumentaba a medida que Florian Wirtz remataba fuera y Dominik Szoboszlai obligaba al portero a intervenir desde lejos.
La mejoría de los visitantes en la segunda parte mantuvo el mismo ritmo de juego hasta los minutos finales, aunque la defensa de los Clarets se mantuvo firme y limitó al Liverpool a pocas ocasiones claras.
Justo cuando parecía que el Burnley iba a resistir, una mano de Hannibal Mejbri en el área le dio al Liverpool la oportunidad de marcar desde el punto de penalti.
Como es habitual, Salah no falló desde los once metros y desató la euforia entre los aficionados visitantes, asegurando una victoria agónica para los Reds.
Pese a un rendimiento meritorio, el Burnley ha perdido ahora 15 de sus 19 duelos directos entre estos equipos en la PL, acumulando tres derrotas en cuatro partidos desde su regreso a la liga.
Por su parte, el Liverpool suma otro triunfo y recupera el liderato de la tabla, con tres puntos de ventaja en este inicio de campaña.
Jugador Flashscore del partido: Hjalmar Ekdal (Burnley)
