Los medios ingleses han amanecido molestos. El Newcastle tuvo la clasificación para la siguiente ronda de la UEFA Champions League en su bolsillo hasta que un penalti decretado en el descuento modificó el curso del partido y del grupo. Mbappé definió y dejó con vida a los parisinos, que se jugarán en Dortmund su última carta para obtener su billete para los octavos. El Newcastle, por su lado, se enfrentará a un difícil Milán, que perdió por 1-3 contra los germanos y que necesita sumar incluso para meterse en la Europa League. 

El entrenador del Newcastle, Eddie Howe, ha sido uno de los primeros en hablar. "Para ser honesto todavía lo estoy asimilando. No tuvimos suerte al final, creo que no fue penalti... Lo que la repetición no enseña es la velocidad con la que produce la acción.Golpea primero en el cuerpo, esa es la clave. Si golpeara primera en el brazo seguiría pensando que no es penalti, pero quizás podría llevar razón, pero cuando toca primera en una parte de su cuerpo y luego sus manos están abajo no es penalti. No nos debería haber costado el partido", dijo.

A sus declaraciones se sumó Alan Shearer, uno de los más duros con el colegiado. “Hazme el maldito favor, hombre. ¡Qué montón de ***...! Una magnífica actuación de todos los jugadores no debería verse arruinada por una decisión desagradable”, agregó.  Gary Lineker, presentador inglés, aseguró “¿cómo diablos es eso un penalti para el PSG? Ridículo”. 

El PSG, mientras tanto, vive en medio de constantes críticas. El sistema implementado por Luis Enrique no termina de convencer y la paciencia se empieza a agotar en los sectores más radicales de la hinchada.