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Franc Artiga: "Intento darle al Khimki un estilo Barça, de posesión y juego proactivo"

Franc Artiga, durante un partido de la Premier rusa.
Franc Artiga, durante un partido de la Premier rusa.Sofya Sandurskaya / TASS / Profimedia, Flashscore.
Franc Artiga (48) es un icono de La Masía. El técnico estuvo 11 años en el fútbol formativo del Barcelona antes de emigrar. Pasó por las selecciones inferiores de Emiratos Árabes y aterrizó en Rusia, donde fue escalando divisiones hasta convertirse en uno de los técnicos más respetados de la Premier League rusa. De su trayectoria, de cómo se viven las competiciones con el trasfondo de la guerra y de mucho más ha charlado con el Country Manager de Flashscore España, Óliver Domínguez.

¿Cómo surgió la posibilidad de entrenar en Rusia?

Yo estaba trabajando en la selección sub20 de los Emiratos Árabes y ahí conocí a Michel Salgado, que por aquel entonces era el director deportivo de un grupo empresarial con diversos clubes, y empecé a trabajar con este grupo. Hubo un momento en que me propusieron ir a trabajar en el club FC Rodina de Moscú, que está aquí en Rusia. Entrené dos años en el Rodina y la temporada siguiente firmé por el FC Khimki.

¿Hay confianza en Rusia en volver a estar pronto de vuelta en las competiciones de la UEFA?

Sí, los clubes aquí, y la sociedad, tienen esperanzas de que, si no la temporada que viene, la siguiente seguro que puedan competir internacionalmente, tanto a nivel de clubes como de selecciones. De hecho, ya está habiendo conversaciones con la UEFA en este aspecto y vamos a ver cómo evoluciona el tema de la guerra, pero si hubiera alguna noticia positiva en cuanto a la guerra, aquí están seguros de que inmediatamente se abrirían las competiciones europeas. Como digo, quizás sea prematuro para la siguiente temporada, pero seguro que para la temporada 26/27. Aquí están convencidos.

¿Cómo se vive la disputa de una competición liguera en un país que está en guerra?

Bien. Es cierto que es un país que está en una guerra, pero en lo que es el territorio ruso, más allá de la frontera con Ucrania, no hay ningún conflicto. Hay total normalidad. Desde mi llegada, allá por los inicios de la guerra, no se palpa ningún síntoma de que el país está en guerra, más allá de las restricciones que hay por la imposición de sanciones de la Unión Europea y de Estados Unidos a nivel de movilidad, de transacciones bancarias, pero por todo lo demás, no hay ninguna sensación de que haya ningún problema en el país.

La racha de resultados del Khimki
La racha de resultados del KhimkiFlashscore

¿Habéis notado mucha diferencia con el cambio de categoría? 

Sí, de hecho, yo llegué a Moscú a lo que sería la Quinta división, al filial del Rodina, y conseguimos dos ascensos. Posteriormente, yo ascendí con el primer equipo del Rodina a la Segunda división, y al siguiente año nos quedamos a un gol de ascender a la Premier League rusa, pero firmé por el equipo con el cual luchábamos por ascender, el Khimki.

Y contestando a si se nota, pues, sí, claro, a muchos niveles. Por ejemplo, en términos de infraestructuras y estadios. Los de la Premier League de aquí son casi todos nuevos, inaugurados para el Mundial de 2018, y son instalaciones fantásticas. En Segunda división hay de todo, también en lo que se refiere a los terrenos de juego.

El nivel del juego sube bastante también, en parte por la proliferación de jugadores extranjeros, aunque no es nada que no suceda en otros países.

¿Qué papel juegan Dani Fernández y Álex Corredera en el equipo? ¿Su proceso de adaptación fue complicado?

Álex y Dani ahora mismo tienen un papel muy importante en el equipo. En el inicio les costó un poco la adaptación al fútbol ruso, que es un fútbol mucho más físico, de ida y vuelta, y ellos estaban acostumbrados al fútbol español, de tener mucho control, de posesiones largas,aquí la verdad es que es un fútbol mucho más de transiciones. Al inicio les costó un poco, pero ahora realmente están jugando un papel importante, están haciendo una gran temporada y nos están ayudando muchísimo, además de ser jugadores que me ayudan personalmente a implementar un estilo de juego que tenga algo que ver con lo que se presupone que es por lo que me ficharon a mí aquí, que es para implementar un fútbol más europeo, más español.

Declaraciones de Franc Artiga
Declaraciones de Franc ArtigaSofya Sandurskaya / TASS / Profimedia / Opta by Stats Perform

Implantando el ADN Barça en Rusia

¿Ha trasladado métodos de La Masía al Khimki?

Sí, al final, yo como entrenador, después de 11 años en el Barça, inequívocamente se te quedan muchas cosas y la formación es constante, la evolución es constante, pero el sello de La Masía lo voy a llevar siempre, entre otras cosas porque también es una responsabilidad. Porque el equipo que me contrata sabe que me contrata porque he estado tantos años en el Barça y de alguna manera quieren implementar un estilo de juego que les diferencie en este aspecto. Y, por supuesto, tanto a nivel de entrenamientos como a nivel de juego intentamos, con la dificultad que también supone, darle un estilo Barça, un estilo de posesión, un estilo de ser proactivos en el juego, porque también, aparte de que es lo que yo siento y creo que es la mejor manera de conseguir buenos resultados. Es mi responsabilidad dar este estilo de juego a quien me contrata porque se presupone que me contrata por mi pasado, por mis convicciones y por donde he estado.

¿Qué destacaría de su experiencia en La Masía?

Podría destacar muchísimas cosas, desde el orgullo que siento cuando veo jugadores jóvenes de La Masía en el primer equipo, continuamente salen jugadores y al final no es casualidad. Destaco la forma en que se trabaja en La Masía, que es muy constante, desde hace muchos años, con una evolución normal que te lleva el fútbol, pero sin perder las raíces.

Destaco mucho el aprendizaje que he experimentado allí. No solo a nivel futbolístico, sino también a nivel de la evolución humana, de la formación humana de los futbolistas, de los entrenadores, de los mismos compañeros que tienen los futbolistas, de los mismos compañeros que tenemos los entrenadores, ha sido un aprendizaje no solo de fútbol, sino también de vida, por lo cual me va lo voy a llevar toda la vida.

De Dani Olmo a Lamine Yamal

¿Qué jugadores fueron los mejores que entrenó?

Hay muchos jugadores buenos que he entrenado y sólo nos acordamos muchas veces o sólo vemos a los que llegan, pero también en el periodo de fútbol base entrenas jugadores que por alguna razón no acaban de llegar a su máximo nivel profesional, pero que en el momento que los entrenas son espectaculares.

Entonces, seguro que en el top 5 hay uno o dos jugadores que, al final, no han llegado a las expectativas que se creía de ellos, pero que los disfrute muchísimo. No sé, podría decir muchos, pero ahora, por ejemplo, actualmente en el primer equipo, entrené a Casadó, a Fermín, a Eric García, a Dani Olmo, a Ansu Fati, a muchos jugadores. A Lamine Yamal lo cogí que aún era muy joven y su evolución ha sido espectacular. 

Franc Artiga, en sus días de entrenador del Barça juvenil
Franc Artiga, en sus días de entrenador del Barça juvenilFC Barcelona

Y hay otros tantos que no están en el primer equipo del Barça, pero que están en el fútbol profesional, como Sergio Gómez, Miranda, Cucurella, que están teniendo una repercusión y un juego espectacular en sus equipos, de lo cual me siento también muy orgulloso porque al final esto es lo que ha dado sentido a nuestro trabajo en La Masía, no tanto ganar títulos, sino ayudar a estos jugadores, acompañarles a que puedan cumplir sus sueños de ser futbolistas profesionales y, si puede ser, en el máximo nivel.

¿Qué destaca de la forma de trabajar del fútbol formativo del Barça?

Bueno, la forma de trabajar de La Masía sobre todo es la constancia. Sé de primera mano que hay clubes que no tienen tampoco un estilo muy definido porque cada dos, tres, cuatro años, en función de quien esté al mando de la dirección deportiva o de la dirección de fútbol base cambian el estilo. Esto en la Masía no pasa, ahí el que entra sabe la manera de entrenar, que la manera de jugar se va arrastrando con el tiempo y sabe que tiene la obligación de darle continuación y no solo continuación sino evolución, como no podría ser de otra manera en el fútbol, que está siempre evolucionando. Si vemos ahora un partido del Dream Team de Johan, que era espectacular en aquel tiempo, vemos un tipo de fútbol que no llega a ser del todo divertido, cuando antes era la hostia. Y a eso me refiero con que también evoluciona el fútbol, pero sin perder las raíces, y esto va ligado también a la elección de los jugadores que van a formar parte de La Masía, de su equipos, que va muy ligada a la idea de fútbol que tiene.

Entonces, todo eso entra en esa mezcla que hace que se tenga éxito, y, sobre todo, lo más importante, que el primer equipo no pierda nunca ese estilo de juego. Sea quien sea el entrenador, también tiene la obligación de continuar ese estilo de juego que solo cuando se ha practicado y se ha practicado en el mejor nivel es cuando nos ha dado éxitos. Cuando el equipo no ha tenido esta identidad, la verdad es que no ha tenido éxito. Entonces es todo un conjunto de cosas que hace que tenga éxito La Masía, desde la selección de jugadores, la continuidad en el proceso y al final, lo más importante, que el que está en el primer equipo crea en ello, los ponga no por necesidad sino por convicción y que además esa convicción vaya acompañada del estilo de juego que se le presupone que tiene que tener el primer equipo del Barça.

¿Hay algún jugador que viera con mucha capacidad o talento pero que no llegara a cumplir el potencial que le veía?

Sí, ya he dicho antes que por desgracia solo nos acordamos de los jugadores que llegan, pero pasan muchísimos jugadores y algunos de ellos con un potencial increíble cuando llegan al fútbol base, pero esto no es tan sencillo. Esto de llegar va más allá del nivel futbolístico, también es importante el entorno, la suerte, y, por supuesto, que muchos jugadores quizás han llegado al fútbol profesional, pero no al nivel que se los esperaba, incluso algunos que no han llegado ni al nivel profesional.

En el fútbol base es importante el trabajo no solo de los entrenadores, sino del entorno del jugador, del chaval joven, de los agentes que tienen que acompañarle, de tomar buenas decisiones y también tener esa suerte de no tener lesiones, de tener continuidad, de en ese salto al primer equipo tener un entrenador que crea en ti, pero sí es cierto que siempre habrá jugadores que por alguna razón no acaban de llegar a su máximo nivel en el mundo profesional.

¿Dónde se ve en un futuro? ¿Qué sueños le quedan por cumplir en el mundo del fútbol?

La verdad es que en un futuro no lo sé. Si me dicen hace tres años que estaría entrenando en Rusia, en los tiempos que corren además en Rusia y empezando en la Quinta división, llegando a la Premier League, pues no sé si me lo hubiera imaginado. He tenido la suerte de ir cumpliendo sueños, incluso algunos que ni me planteaba. Estar 11 años en el Barça fue un sueño. Antes del Barça, con 30 años, entrenar en la Tercera división sin haber sido jugador de fútbol profesional también fue un sueño para mí. Llegar a una liga tan potente como la rusa, a la Premier League, también es otro sueño. Ya no lo sé. El sueño más cercano que se me ocurre como objetivo es tener la suerte de estar en un equipo que pueda competir en competiciones europeas. Ojalá aquí también en Rusia se acabe el conflicto, se abran las competiciones europeas y pueda optar en el Khimki o en otro club a competir en una competición a nivel europeo. 

Además, sí que uno de mis sueños sería entrenar en LaLiga, pero es difícil entrar en Primera o Segunda división. Igual desde un mejor equipo pueda entrar, igual tengo más oportunidades de entrenar en algún equipo de la Liga, no sé. Sé que no es fácil, que hay mucha competencia, pero si a nivel europeo tengo la suerte de seguir haciendo carrera, de jugar competiciones europeas, y puedo tener más cartel para acceder a algún equipo de LaLiga, yo creo que me podría ser un poquito más fácil. Y para eso trabajamos, para ir cumpliendo sueños. Y quizás uno de los sueños sería este. Por un lado, competir en Europa para poder acceder a entrenar algún equipo de LaLiga en un futuro, y cerrar un poquito el círculo de fútbol base, competiciones europeas, ir por el mundo y acabar en la liga española.