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¿Es el Iraola el candidato ideal para reemplazar a Maresca en el Chelsea?

El entrenador del Bournemouth, Andoni Iraola, tras un partido de Premier League en el estadio Vitality
El entrenador del Bournemouth, Andoni Iraola, tras un partido de Premier League en el estadio VitalityFocus Images / ddp USA / Profimedia

La temporada 2025-2026 de la Premier League apenas lleva nueve jornadas, pero ya hemos visto cómo dos entrenadores —Graham Potter y Ange Postecoglou— han perdido su puesto.

La presión sobre quienes están en la élite del fútbol es constante y, ahora más que nunca, la regularidad en el rendimiento y los resultados durante un periodo prolongado es imprescindible para que un técnico conserve su trabajo.

Las reacciones impulsivas de las directivas, cada vez más habituales

Incluso una breve racha de malos resultados parece provocar respuestas precipitadas por parte de los directivos o propietarios, que deberían tener más experiencia.

Es imposible que un entrenador llegue a un club y se le exija cambiar la dinámica en cuestión de semanas o meses.

Para transformar realmente a un equipo que no funciona sobre el césped, se necesitan al menos tres o cuatro ventanas de fichajes.

Un periodo de 18 meses a dos años debería ser suficiente para que cualquier nuevo técnico pueda incorporar a sus propios jugadores y lograr que la plantilla asimile su estilo de juego por completo.

La forma en que Liverpool gestionó la llegada de Jurgen Klopp es el ejemplo perfecto de cómo hacer las cosas bien. Dolor a corto plazo para obtener beneficios a largo plazo.

No se trata de contratar y despedir por capricho.

Clearlake Capital y la política de despidos en el Chelsea

El Chelsea bajo Clearlake Capital ha sido todo lo contrario a los Reds en cuanto a la gestión de entrenadores.

Thomas Tuchel fue destituido rápidamente en Stamford Bridge y sustituido por Potter, que apenas duró ocho meses, con 12 victorias en 31 partidos, en los que los Blues marcaron solo 33 goles y encajaron 31.

Frank Lampard regresó al club como interino en una etapa para olvidar, en la que solo logró una victoria en 11 encuentros.

Después llegó Mauricio Pochettino y, pese a tener uno de los mejores porcentajes de victorias (51%), se alcanzó un acuerdo total para su salida apenas 10 meses después.

Esa decisión provocó la marcha de Enzo Maresca de Leicester City, a quien el italiano acababa de ayudar a ascender a la máxima categoría inglesa, y se convirtió en el cuarto entrenador del primer equipo del Chelsea en los tres años de propiedad de Clearlake.

Quince meses después, la historia parece repetirse, ya que los rumores apuntan a que incluso él podría estar en la cuerda floja, solo unos meses después de lograr el título de campeón del Mundial de Clubes que dio a los Blues el reconocimiento de 'campeones del mundo'.

¿Maresca, en la cuerda floja?

Tras nueve jornadas de la temporada, el conjunto del oeste de Londres ocupa la novena posición y está a ocho puntos del líder, Arsenal.

Cuatro victorias, dos empates y tres derrotas, incluida una caída en el último minuto en Stamford Bridge ante el recién ascendido Sunderland, han hecho que en la sala de juntas los nervios empiecen a aflorar.

Todo esto a pesar del 63,2% de victorias de Maresca, el mejor porcentaje de la era Clearlake hasta ahora, lo que se traduce en 48 triunfos en 76 partidos, 11 empates y solo 17 derrotas, con 164 goles a favor.

Es la misma cantidad de goles que logró Tuchel en sus 97 partidos entre la etapa de Abramovich y la de Clearlake.

Iraola, objetivo de los Blues

Según informan varios medios, el brillante Andoni Iraola, de Bournemouth, es ahora el gran deseo de Clearlake. El técnico vasco ha llevado a los Cherries hasta la segunda posición en la tabla y solo ha perdido un partido en la 25-26.

Lo que hace aún más impresionante el ascenso del Bournemouth es que el club perdió a tres de sus cuatro defensas titulares y al portero durante el verano.

Cuando Iraola asumió el cargo en 2023, no ganó ninguno de sus primeros nueve partidos. ¿Qué hizo la directiva de los Cherries? Apostó por él. No le despidió ni le mandó a casa. Ahí hay una lección para los Blues.

Después, Iraola encadenó seis victorias en los siguientes siete encuentros y empezó a despegar en el estadio Vitality.

El equipo ofrecía buenas actuaciones: sólido en defensa, creativo en el centro del campo y muy peligroso en ataque. Prácticamente igual que ahora.

Bournemouth, fiable aunque sin brillo

Si analizamos el balance global de Iraola en Bournemouth hasta la fecha, ha dirigido 97 partidos, con 39 victorias, 24 empates y 34 derrotas, 151 goles a favor y 138 en contra, lo que supone un porcentaje de victorias del 40,2%.

Son cifras sólidas, aunque no espectaculares, pero hay que valorar el tamaño del Bournemouth como club, con todo el respeto, y recordar el estilo de fútbol que practican sus equipos, que realmente ha llamado la atención.

Al fin y al cabo, el fútbol sigue siendo un espectáculo.

Los jugadores tienen libertad para expresarse y ser creativos, y existe cierto margen dentro de la estructura del equipo.

Al permitir ese crecimiento, el vasco ha conseguido el compromiso total de la plantilla, y contar con futbolistas como Antoine Semenyo en su mejor momento es una ventaja evidente.

¿De verdad necesita Iraola ese lío?

Discípulo de Marcelo Bielsa, bajo quien jugó en el Athletic Club, la influencia es clara.

Presión agresiva, carrileros que se incorporan al ataque constantemente y abren el campo, y jugadores que irrumpen por el centro para alimentar a los delanteros... Es una fórmula de éxito que ha necesitado dos años de trabajo para llevar al Bournemouth al nivel actual.

Tabla actual de la Premier League
Tabla actual de la Premier LeagueFlashscore

Con un contrato que termina al final de la temporada, si los Cherries quieren que Iraola siga con su buen trabajo en la Costa Sur, parece que deben moverse rápido.

La pregunta para el propio Iraola es si realmente quiere ser el siguiente en la cadena de entrenadores del Chelsea, donde se exige éxito inmediato y no se da tiempo a los buenos técnicos para construir un equipo capaz de competir con los legendarios Blues de los años 70.

Jason Pettigrove
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