Rubén Amorim ya había derrotado a Pep Guardiola en dos ocasiones esta temporada, primero con el Sporting y después en la Premier League, pero el catalán quería asegurarse de no acabar una temporada atípica sin superar al técnico portugués, entre otras cosas porque las cuentas de la Liga de Campeones no son tan fáciles.
Lo cierto es que en el United no hay grandes operaciones mateméticas que hacer. Los Diablos Rojos se juegan el orgullo y también la Europa League, pero en un derbi no había lugar para el descanso, ya que es en estos partidos donde Amorim puede ganarse el cariño de la afición.
Con su amigo Hugo Viana mirando desde la grada y animando al rival, el equipo local fue superior en la primera parte, aprovechando un bloque medio-baja para crear peligro en transición ofensiva, siempre con Bruno Fernandes en el papel de constructor -al descanso ya había creado tres ocasiones, el que más de todos los jugadores sobre el terreno de juego-.
Garnacho fue el eje de los primeros 45 minutos de partido, aunque las mejores oportunidades llegaron de la mano de Dorgu. El central danés no se sintió cómodo disparando con la derecha y, en una buena posición, titubeó con sólo Ederson delante.
Tras 45 minutos con el Manchester United en superioridad, el City regresó con otras intenciones para la segunda parte y ofreció cierta mejoría en el primer cuarto de hora, aunque sin crear peligro para la meta de Onana. La ausencia de Haaland y la mala actuación de Foden lastraron al equipo de Guardiola.
Tras esa reacción después del descanso, los visitantes volvieron a bajar su rendimiento y cedieron espacios al rival, que amenazó primero con un disparo de Ugarte que se marchó rozando el palo.
La incorporación de Zirkzee dio más opciones ofensivas al equipo de Amorim, y el delantero neerlandés también dispuso de una gran ocasión para abrir el marcador. Los guantes del brasileño impidieron el gol del ex jugador del Bolonia y mantuvieron la igualdad hasta el pitido final a pesar de las sucesivas incursiones en el área de los Citizens en los últimos minutos.