Más

José Belman: “Neymar es humilde en el trato, pero su llegada a Santos ha sido una locura"

Actualizado
José Belman, miembro del cuerpo técnico del Santos
José Belman, miembro del cuerpo técnico del SantosRaul Baretta / Santos FC
Muchos ojos del mundo del fútbol han virado en las últimas semanas a Brasil después de que el hijo pródigo Neymar Jr. regresara al Santos. En el equipo brasileño de moda se encuentra, como miembro del cuerpo técnico, José Belman (53), quien ganara como portero una Recopa con el Real Zaragoza, y que también formó parte del Málaga, Valladolid, Hércules y Nacional de Madeira, entre otros. Con él hemos hablado en Flashscore para conocer su trayectoria y su experiencia como entrenador de porteros y analista técnico y táctico.

Desde su Málaga natal, desde la que emigró a los 18 años, hasta Santos, pasando por países como Portugal, México, Catar, Escocia, Arabia Saudí y Argentina. La vida de José Belman ha sido la de un trotamundos del fútbol que sueña con regresar a España algún día, pero que mientras tanto disfruta de su carrera deportiva en Brasil. Y asi nos lo ha contado en Flashscore.

-Se solía decir que los porteros tienen un grado de locura. ¿De ahí su pasión por la portería y el cambiar tantas veces de país en busca del triunfo en el fútbol?

Pues la verdad es que, después de una carrera larga en el mundo profesional como portero, decidí prepararme para ser entrenador con el UEFA Pro. Empecé a nivel amateur en un equipo de Málaga, el Algarrobo, y me divertí mucho ese año. Pero ya como profesional, me retiré como jugador en el Nacional de Madeira y me ofrecieron regresar como entrenador de porteros. Y desde entonces son muchos años formando parte de un equipo técnico portugués donde el líder es Pedro Caixinha. 

Belman, dando ejemplo desde la portería
Belman, dando ejemplo desde la porteríaRaul Baretta / Santos FC

-Antes tuvo opciones de ir al Real Madrid. 

Sí, tuve una entrevista con Míchel. Fue cuando estaba sacándome el curso de UEFA Pro y Míchel me dijo que todos en el Real Madrid, incluidos los técnicos de la cantera, entraban con ese título. Al mes y medio ya lo tenía, pero ya habían contratado a Canales, que había sido su portero. 

-Le surgió entonces Portugal y luego Catar, Arabia Saudí, Escocia, México, Argentina y ahora Brasil. ¿Vive siempre con la maleta hecha? 

En el momento en que formas parte de un staff, estando en el Nacional de Madeira, me invitó Pedro Caixinha a iniciar una aventura por México. Yo estaba muy bien en una isla tranquila, pero veía que mi vida laboral no iba a ir más allá. Mi ilusión siempre ha sido regresar a Málaga o a España a trabajar. Entonces, para mí, residir en un país que no sea mi tierra, mi país, de manera muy permanente… Fíjate que estando en México, ganando prácticamente todo, recibí una gran oferta deportiva y económica del Chivas, el club más importante de allí. Pero sabía que si aceptaba eso ya me quedaba de manera muy permanente en ese país. Y esa no era mi idea. Prefiero ser un trotamundos.

La isla de Cristiano Ronaldo

-Bueno, tanto viaje le ha servido para conocer nuevas culturas, costumbres, gente. En Madeira, por ejemplo, la isla de Cristiano Ronaldo estuvo muchos años.

Sí, sí. Yo conozco a toda la familia de Cristiano Ronaldo. No lo conozco a él, pero tenemos un muy buen amigo en común que me decía que me lo presentaba en vacaciones. Y mi hijo Javier, cuando era portero del Castilla, llegó a entrenar alguna vez con el primer equipo y yo le decía que le mandara un saludo a Cristiano, pero Javi es más cortado que yo (risas). Son historias que quedan ahí. 

-Y le llaman de México, que está de moda con Sergio Ramos, Canales, Óliver Torres… ¿cómo era cuando le llamaron allá por 2013?

Fui al Santos Laguna, en la ciudad de Torreón, que estaba considerada como una ciudad peligrosa pero en dos años se volvió mucho más tranquila y segura. Como curiosidad, cuando me llamaron busqué información y lo primero que me salió es un vídeo de unos disparos en el estadio. Así que les pedí el triple de lo que pensaba… y para mi sorpresa me dijeron que sí. Y ya cuando fui allí, el primer día en el hotel escuché unos disparos. Pensaba que era Carnaval, pero no, fue un tiroteo al lado del hotel. Gracias a Dios, todo fue muy bien. Lo ganamos prácticamente todo: Copa, Liga, Copa de Campeones. Nos quedamos en la final equivalente a la Champions, curiosamente, contra Monterrey. Podíamos haber ganado todo en ese continente. 

-Y después a Catar y a Arabia Saudí

Estaba muy bien en Catar, yo vivía en La Perla. Después de casi dos años, nos fue tan bien que el Rangers pagó un traspaso para llevarnos a Escocia. No es una liga muy competitiva, pero fue enriquecedor, aunque en ese momento el Rangers venía de abajo y el dominio del Celtic era abrumador. No fue fácil y nos fuimos al Al Shabab. 

-¿Cómo fue la vida en Arabia Saudí? 

Cuando llegamos, curso 18/19, el país empezó a abrirse mucho al mundo occidental a nivel deportivo. Y eso es enriquecedor. A nivel de trabajo, había algún problema con la federación y no trabajamos como a nosotros nos hubiera gustado.

-Después, otro breve paso por México y a la aventura en Argentina, en Talleres. 

Como dicen los argentinos, es un país de locura. Me encantó trabajar en ese fútbol. Hay pasión por el fútbol, y no solo en los estadios. Lo ves en las calles. Como ejemplo, paseaba por las calles de Córdoba y veía a niños y mujeres jugando en parques llenos de equipos. Vivían el domingo jugando al fútbol. Dicen que Argentina nunca perderá tres cosas: Maradona, ahora Messi, el asado y el fútbol. El momento en que se acabe una de las tres cosas, ya no hay país. Es una locura. Y el ambiente de ver un partido de fútbol allí es mágico. Ya sea la Bombonera, el Monumental de River, el Kempes de Córdoba. Yo pongo un ejemplo de un partido que, en el minuto 40, íbamos perdiendo 0-5, pero el campo, con 40.000 personas, estaba cantando y gritando como si fuéramos ganando 5-0. Allí es una locura como la afición anima. Mueren, es su vida. 

Neymar, en un partido ante el Corinthians
Neymar, en un partido ante el CorinthiansMarcello Zambrana / AGIF / AGIF via AFP

Cómo es Neymar y su regreso al Santos

-¿Y en Brasil cómo es? Porque también se habla de que Brasil es la cuna del fútbol, el país de Pelé, el de Neymar también. ¿Cómo es trabajar en Brasil? 

Antes del Santos, trabajamos en el Red Bull Bragantino, en una ciudad pequeña como Braganza, con un estadio de 10.000 personas. Todo el mundo, cuando habla de Brasil, te señala la delincuencia, la playa. Pero allí no te crees que estás en Brasil hasta que comienzas a jugar y a viajar. Entonces sí ves la magnitud del fútbol brasileño, su pasión. Y ahora en el Santos, la dimensión, antes de la llegada de Neymar, ya era grandísima. 

-Y con Ney Jr., la locura entonces

El Santos es una cuna del fútbol desde Pelé. De aquí ha salido también Rodrygo. Pero la llegada de Neymar ha sido un antes y un después, una locura para la ciudad y el fútbol brasileño. Antes había 10 o 20 periodistas y ahora son 100. Él llegaba en helicóptero en los primeros entrenamientos, un espectáculo y una motivación para todos nosotros, para dar más aún. Para mí es un privilegio tenerlo.

-¿Y cómo es Neymar en el día a día?

Él es una persona normal, pero lo que le rodea sí es algo de ciencia ficción. No te engaño. Nunca vas a ver a Neymar llegando solo a la concentración, al centro de entrenamiento. Tiene mucha gente trabajando para él. Prácticamente, un momento de soledad no lo tiene. Yo lo he tenido con él cuando preparamos la estrategia defensiva a balón parado, algunas bromas en el comedor. Pero él, en sí, en el trato cercano y con los compañeros, no deja de ser una persona muy sencilla, muy humilde, que te saca una sonrisa, que te saca un abrazo, muy allegado a la gente que realmente necesita. 

-Y al margen de Ney, ¿alguien que destaque en el Santos, que pueda saltar ya a Europa, por ejemplo?

Trabajando específicamente con los porteros, te podría decir que Brazao, que está destacando en el Paulista. Lidera el ranking de mayor número de paradas y está siendo seguramente seguido no solo por la selección brasileña. Ahí estuvo en nuestro último partido el seleccionador de Brasil, Dorival. Y supongo que tomando notas, no solamente del portero, sino de todos los jugadores que le podrían interesar para la selección, que hay unos cuantos. Por ejemplo, ya está entrenando con nosotros el hijo de Robinho, tenemos jugadores de selección sub-20, donde son importantes. Santos será siempre una ventana mundial para los clubes.

Belman, durante un entrenamiento con el Santos
Belman, durante un entrenamiento con el SantosRaul Baretta / Santos FC

El adiós a los porteros bajitos

-Usted ha sido portero, entrena a porteros, ¿qué le parece esta tendencia de que parezca que tengan que medir 1,90 o más para ser estrellas?

Desgraciadamente, y hablo en ese sentido duramente, es una tendencia muy mala para el ser humano. Que haya un perfil, me parece bien. Que haya una estructura física, no estoy tan de acuerdo. Porque ha habido grandes porteros a nivel mundial como Peter Shilton, que no pasaba del 1,80. O el mismo Casillas, con 1,85 metros. Yo creo que esto es una controversia de hoy en día y es verdad que hay tendencias claras, y de hecho en Red Bull había un perfil físico y una medida que había que respetar y trabajar. Cosa en la que yo no estoy para nada de acuerdo porque, teniendo unas capacidades y habiendo un buen trabajo, para mí la altura no es necesariamente una obligación. Pero sé que hoy en día se trabaja mucho el perfil físico y yo respeto todo, pero para nada estoy de acuerdo, precisamente porque sería ir en contra de mí. Te hablo de mi breve experiencia en Inglaterra, en el Gillingham, poco antes de jugar en el Nacional de Madeira. Si yo hubiera medido 1,90 seguramente hubiera firmado en algún momento. Como no lo medía, pues me tuvieron de prueba dos meses. Y de hecho recuerdo que el primer día que me planté en el centro de entrenamiento me dijeron, “¿quién eres?” Y le respondí “soy el portero que viene a entrenar aquí” “¿Tú eres el portero? ¡Pequeñito, pequeñito!”

-Para finalizar, José, está disfrutando en el Santos, pero uno de sus sueños sería poder trabajar en España.

Empecé en el Málaga y me hace una ilusión enorme acabar en el Málaga. ¿Cómo y de qué? Eso ya no lo sé. Para mí es Málaga y donde trabajo. Ojalá que algún día se cumpla ese sueño

-Mientras, a triunfar con el Santos.

Ojalá. Es una tarea complicada. En Brasil, desgraciadamente, no se tiene paciencia con los proyectos. El proyecto de un equipo grande en Brasil es ganar o ganar. Si no, es complicado. 

-Pues que gane entonces. 

Muchísimas gracias y un abrazo para Flashscore.

César Suárez
César SuárezFlashscore