El ex del Barça, de floja actuación, y sus compañeros dieron un nuevo golpe en el legendario estadio de Río de Janeiro, donde el partido tuvo un retraso de casi treinta minutos debido a incidentes entre aficionados visitantes y la Policía en las gradas.

En el escenario en el que perdió con Alemania la final del Mundial de 2014, el capitán amenazó con no jugar y regresó junto a los suyos a los vestuarios, pero finalmente volvieron al campo cuando los ánimos ya se habían calmado.

En aquel escenario ya había vencido a la Seleção en la final de la Copa América de 2021, rompiendo 28 años sin títulos para los argentinos y abriendo espacio a la conquista de Catar.

A los 36 años, en la que quizás fue su última visita al templo futbolístico, donde fue aplaudido cuando sonó su nombre, derrumbó una marca custodiada a sangre y fuego por Brasil: nunca había perdido en casa por la clasificatoria mundialista, en la cual debutó en 1954.

"Este grupo sigue consiguiendo cosas históricas. Si bien la de hoy no fue la más importante, es algo muy lindo", dijo el '10'.

La victoria, con un golazo de cabeza de Nicolás Otamendi recién superada la hora de juego, tiene sabor a gloria para los campeones mundiales, pues además de quebrar un hito, agravó la crisis del equipo que dirige Fernando Diniz, diezmado por las bajas de los lesionados Neymar, Vinicius y Casemiro.

Sin magia ni chispa, los locales pudieron haber visto el último partido oficial de Diniz como seleccionador. La clasificatoria se reanudará en septiembre de 2024, cuando el italiano Carlo Ancelotti ya debe haber asumido el comando 'amarelo', según garantiza la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

Alta tensión

Con 68.000 espectadores como testigos, ya sin las elevadas temperaturas que azotaron a la ciudad en los últimos días, la 'Canarinha' encajó por primera vez tres derrotas consecutivas en el premundial, tras los reveses con Uruguay (2-0) y Colombia (2-1).

Con todo y la derrota ante su mayor rival, parece difícil que se quede fuera del Mundial de 2026: Sudamérica tiene seis billetes directos y otro más a una repesca.

El mazazo, sin embargo, la dejó en la sexta posición de la eliminatoria, con siete puntos en seis encuentros, lejos de su eterno rival, que cerrará 2023 en el liderato, con 15 de 18 unidades posibles.

"Estuvimos más cerca de la victoria que Argentina, el resultado me parece bastante injusto", afirmó Diniz.

El nuevo asalto de los hombres de Lionel Scaloni al Maracaná, un bálsamo después de haber perdido la imbatibilidad con Uruguay (0-2) la semana pasada, en Buenos Aires, fue un latigazo en la segunda casa de Diniz.

Allí, a principio de mes, conquistó la Copa Libertadores con Fluminense, el club cuya dirección técnica compagina con la del combinado nacional.

El duelo comenzó con los ánimos caldeados debido a los incidentes en las gradas, que dejaron al menos un aficionado herido, según observó un periodista de la AFP.

La situación hizo recordar el anterior superclásico disputado en Brasil, el 5 de septiembre de 2021, en Sao Paulo.

Entonces, agentes de la agencia de salud brasileña interrumpieron el envite buscando a jugadores argentinos a los que señalaban de haber violado las normas anticovid. El choque fue suspendido y cancelado casi un año después.

La tensión se trasladó al césped. En el primer tiempo prevaleció el juego duro, con apenas una ocasión clara de gol: un remate de Gabriel Martinelli antes del descanso que el zaguero Cristian Romero despejó cerca de la línea final.

"Olé" en las gradas

Tras el paso por vestuarios, la Seleção quedó mermada con la salida de Marquinhos por una aparente dolencia física.

Los loscales pusieron a prueba a Emiliano Martínez, que realizó una parada heroica a Martinelli en un cara a cara tras un contragolpe cuando se acercaba el minuto 60.

Pero Argentina tiene aura desde la conquista de la Copa América en 2021 y, en su primera opción de gol, derrumbó la portería de Alisson con un gran remate de Otamendi al ángulo en un córner ejecutado por Giovani Lo Celso, novedad en el once.

Diniz hizo todos los cambios e inclinó un poco la balanza a su favor.

La salida de Messi (en el 78'), sustituido por Ángel Di María, le ayudó como empujón psicológico. Pero la tribuna no lo sintió igual y empezó a abandonar el estadio a falta de diez minutos, justo después de que Joelinton, quien apenas acababa de entrar al campo por el defensa Gabriel Magalhaes, fuera expulsado por golpear a Rodrigo De Paul en el rostro.

La Albiceleste controló las intentonas brasileñas y sostuvo el marcador para hacer historia de nuevo, esta vez a costa de Brasil, que incluso tuvo que escuchar los "olé" desde las gradas.

Las estadísticas del partido están disponibles en Flashscore.