La revelación figura en una nueva serie documental de Netflix titulada "Beckham", que se estrenará el miércoles, en la que el excentrocampista repasa una carrera que incluyó etapas en el Manchester United y el Real Madrid.

También aborda su matrimonio con Victoria, cantante de las Spice Girls y diseñadora de moda.

Beckham, que ahora tiene 48 años y es copropietario del Inter de Miami, de la MLS, fue expulsado por dar una patada en la pierna a Diego Pablo Simeone durante un partido de octavos de final del Mundial contra Argentina.

Inglaterra cayó en la tanda de penaltis y el ex del United fue ampliamente culpado de la derrota en una reacción pública que le llevó a ser abucheado repetidamente por los aficionados rivales cuando jugó con durante la temporada siguiente.

En el documental, ella afirma que los continuos abusos dejaron a su marido en una situación de "depresión clínica absoluta", mientras el joven de 23 años trataba de hacer frente a las consecuencias de convertirse en padre por primera vez en 1999.

Beckham admitió que los malos tratos le pasaron "una factura" que ni él mismo conocía.

Y añadió: "Ojalá hubiera una pastilla que borrara ciertos recuerdos. Cometí un error estúpido. Me cambió la vida".

"Estábamos en Estados Unidos (de vacaciones tras el Mundial), a punto de tener nuestro primer hijo, y pensé: 'Estaremos bien. En uno o dos días la gente se habrá olvidado'".

'Maltratada cada día'

Beckham añadió: "Creo que nunca he hablado de ello, simplemente porque no puedo. Me resulta difícil hablar de lo que pasé porque fue muy extremo".

"Caminar por la calle y ver que la gente te mira de una determinada manera, te escupe, abusa de ti, se te acerca a la cara y te dice algunas de las cosas que te dice, es difícil", apuntó.

"No comía, no dormía. Era un desastre. No sabía qué hacer", indicó.

En cuanto al impacto más amplio, Beckham dijo lo siguiente: "Atrajo mucha atención que nunca le desearía a nadie, y mucho menos a mis padres, y no me lo puedo perdonar".

"Esa es la parte más dura de lo sucedido, porque fui yo quien cometió el error", expresó Beckham.

"Ahora que tengo 47 años es cuando me machaco por ello (todavía)", dijo.

Su esposa, además, también recibió abusos mientras asistía a los partidos de fútbol para apoyar a su marido.

"Por horrible que fuera ver a Victoria en la grada (recibiendo esos insultos), fue lo único que me animó a seguir adelante ", declaró.

Pero la temporada 1998/99 se saldó con un triunfo sobre el terreno de juego, con el United dirigido por Alex Ferguson ganando un extraordinario triplete (Premier League, Copa de Inglaterra y Liga de Campeones), con el triunfo europeo sellado por dos asombrosos goles en el tiempo añadido de la final contra el Bayern de Múnich.

Gary Neville, ex compañero de Beckham en el United y en la selección inglesa, que colaboró en la producción del documental, recordó cómo ambos "destrozaban absolutamente a los equipos" por la banda derecha del United.

Pero el lateral restó importancia a su propio papel: "Yo le apoyaba de una manera que, para ser justos, diría que era un plato de acompañamiento. No la carne. Era la mostaza de acompañamiento".