Hablar de Irene Paredes (32) es hablar de una figura imprescindible para Jorge Vilda (42). Lleva pleno de minutos en la competición que arrancó el 20 de julio y, de hecho, nunca ha sido reemplazada en un Mundial. Esto le ha permitido superar la barrera del millar entre las tres ediciones (2015, 2019 y 2023). Este último logro agranda la leyenda de una jugadora que inspira y es una referencia para las jóvenes.
Debutó como internacional en 2013 y, por tanto, acumula una década representando al país. Junto a Jenni Hermoso y Alexia Putellas, forma parte de la vieja guardia: "Somos las veteranas del equipo, llevamos mucho tiempo y sabemos todo lo que cuesta esto. Hemos sufrido durante todo lo vivido. Tener a gente tan cercana y poder vivir esto con ellas... Creo que nos vinieron a la vez todas las emociones juntas. Me hizo especial ilusión".
"Lo de ayer fue muy especial. Cuando venimos a los grandes torneos, siempre soñamos con llegar lejos y seguimos en el camino. Nunca habíamos llegado a cuartos, los pasamos, y ahora nos hemos metido en semifinales. Estamos felices porque no siempre llega la recompensa al trabajo. Dar este paso de gigante nos pone muy contentas", apuntó la central.
Una "líder" sobre el césped
Hizo referencia, en otro orden de cosas, al apoyo de algunos de sus seres queridos, factor que da un plus de motivación: "Moverse tantos kilómetros, sobre todo ahora con Mateo (su hijo), no es nada fácil. Siempre quiere estar conmigo (la también futbolista Lucía Ybarra, su pareja), en equipo, como decimos nosotras, y el hecho de que estén aquí es importantísimo".
Paredes se define como "una persona seria", especialmente cuando está compitiendo. Es ahí, teniendo en cuenta su posición en el campo, cuando trata de "estar fuerte", transmitir carácter" y "ser líder". "Si lo consigo, pues estoy contenta por ello", agregó. Aunque no lleva el brazalete de capitana, algo que ni mucho menos le preocupa, acustumbra a ser el alma de la Roja.
Además, analizó al cuadro dirigido por Peter Gerhardsson y a la semifinal: "Es un rival fuerte y potente, como buenas nórdicas que son. Ellas imponen su juego físico y sé que es difícil, que va a haber que pelearlo porque, estando entre las mejores, todo el mundo quiere ganar. Sería algo muy grande porque llevamos luchando todos estos años y la selección española se lo merece".