Las Matildas (como son conocidas las australianas) no terminarán "su" Mundial con una victoria y una medalla de bronce. Derrotadas por Inglaterra en semifinales, fueron incapaces de encontrar la manera de superar a Zecira Musovic, una de las revelaciones del torneo como guardameta. Sólo un disparo de Hayley Ruso en el primer palo tras un servicio de Ellie Carpenter (23') y un remate a bocajarro de Clare Hunt (70') inquietaron a las Blagults. Demasiado poco para preocupar a Suecia.

Las estrellas suecas hacen el trabajo

Desde el principio, Mackenzie Arnold tuvo que emplearse a fondo para rechazar un disparo raso de Stina Blackstenius (1ª). Las suecas, que por momentos tuvieron una posesión del balón superior al 75%, no lograron crear peligro. Pero a partir del minuto 26, las Blagults dieron un paso adelante. Fridolina Rölfo cabeceó al larguero de Arnold. Segundos después, Blackstenius fue sorprendida por Hunt, lo que no pasó desapercibido para el VAR. Arnold se fue hacia la derecha, pero no pudo hacer nada ante el disparo de Rölfo (30'). En el tiempo añadido de la primera parte, Filippa Angeldahl vio cómo Arnold le negaba el gol (45+1).

Con su férrea defensa, Suecia tuvo un comienzo fulgurante. Kosovare Asllani desafió a la guardameta australiana (52') pero, diez minutos más tarde, la milanista combinó con Blackstenius antes de soltar un zapatazo imparable (62'). Su primer gol del Mundial mató el suspense porque, al igual que Sam Kerr , que terminó la competición como la había empezado, con una lesión en la pantorrilla, las Matildas no tenían recursos para crear dudas a las suecas.