Casey Phair, con 16 años y 26 días, ya es la futbolista más joven que participa en un Mundial. El 25 de julio de 2023 será una fecha marcada de forma sempiterna en su memoria por lo que supone jugar en el torneo más importante con representación de países, y sobre todo por hacerlo a una edad tan prematura. Sustituyó a Choe Yu-Ri en el minuto 78 de un duelo que Corea del Sur perdía 2-0.

La delantera no es la única adolescente que está concentrada en Australia o Nueva Zelanda. Una de ellas es la citada Caicedo, que ya ha alcanzado la mayoría de edad, y otra es Dragoni, quien aún tiene 16 primaveras. Esta última, sin embargo, nació en noviembre de 2006 -meses antes de que lo hiciera Phair, que abandonó el viente de su madre empezado ya el 2007-.

La italiana, que es la segunda en este particular ranking de juventud, fue titular en el debut de la Azzurra y firmó una actuación que sorprendió a quienes todavía no la conocían. La jugadora del filial del Barça, con algo de rodaje en el equipo principal, está llamada a marcar época en Europa y, por supuesto, ejercer como líder en un combinado nacional que quiere éxitos.

No obstante, Casey, que se quedó en el banquillo durante el amistoso frente a Haití y poco pudo hacer para cambiar el guion frente a las cafeteras, debe dar varios pasos hasta llegar al fútbol de élite a nivel de clubes. En su selección ya empieza a dejar huella y ahora que ha logrado un registro que será tan difícil de superar, su popularidad va a aumentar en términos globales.