Desde 1998, la selección de Escocia no logra clasificarse para una fase final de la Copa del Mundo, pero al inicio de esta nueva campaña había una auténtica confianza en que podían cambiar esa historia gracias a un grupo que parecía asequible.
Según el ranking de la FIFA, visitar a Dinamarca era el partido más complicado del Grupo C para los escoceses, pero supieron plantar cara desde el principio, generando una media ocasión en los primeros 10 minutos cuando Lyndon Dykes remató de cabeza apenas por encima del larguero.
Una jugada a balón parado generó una oportunidad aún mejor a mitad de la primera parte, cuando el córner de Lewis Ferguson encontró a John McGinn solo en el segundo palo.
Sin embargo, para desgracia de los hombres de Steve Clarke, el jugador del Aston Villa, habitualmente fiable, solo pudo rematar muy desviado.
Ante un Parken repleto, Dinamarca dejó una imagen algo discreta, pero tras haber ganado 11 de sus últimos 12 partidos en casa antes de esta noche, parecía inevitable que en algún momento encontrarían su ritmo.
Los locales apenas mostraron señales de peligro antes del descanso, pero se marcharon al vestuario con cierto enfado, después de que una entrada tardía de Ryan Christie sobre Pierre-Emile Højbjerg provocó una airada reacción en el banquillo danés, aunque ni el árbitro Daniel Siebert ni el VAR consideraron que hubiera infracción.
El ánimo del seleccionador danés Brian Riemer no mejoró con el inicio de la segunda parte, en la que su equipo estuvo a punto de verse por detrás en el marcador.
Un bloqueo heroico de Joakim Mæhle evitó el gol, ya que fue el más rápido en reaccionar para tapar el remate de McGinn, que parecía tener todo a favor para abrir el marcador.
Los daneses no lograron crear una ocasión clara hasta poco después de la hora de juego, cuando Anders Dreyer probó suerte desde lejos y su disparo rozó la red lateral.
Dinamarca seguía molesta por una decisión polémica justo antes del descanso, y volvió a sentirse perjudicada cuando Max Johnston fue sancionado por mano cuando los locales creían que Mika Biereth estaba a punto de quedarse solo ante el portero.
El árbitro solo consideró la acción merecedora de tarjeta amarilla y, tras consultar el monitor a pie de campo, mantuvo su decisión inicial, algo poco habitual.

Escocia pasó la mayor parte de la segunda mitad resistiendo la presión, pero la entrada en los minutos finales de Ben Gannon Doak casi provoca una victoria histórica.
Un destello de calidad le permitió zafarse dentro del área, pero un defensa logró desviar su disparo en el último instante, enviando el balón por encima del larguero en la que fue la mejor ocasión de Escocia para llevarse los tres puntos.
El empate favorece claramente a los visitantes de cara al duelo decisivo ante Bielorrusia el lunes.
Los daneses volvieron a demostrar que son casi imbatibles en casa, pero no ganar aquí podría costarles caro en esta campaña de clasificación.

Jugador Flashscore del partido: John Souttar (Escocia)