Las relaciones entre la RFEF y el Barcelona se han roto definitivamente a causa de la sorprendente salida de Lamine Yamal (18) de la concentración de España por un procedimiento médico al que se habría sometido para tratar su pubalgia y de que no se informó a los doctores de la Federación.
En medio de la estupefacción generalizada, el reputado doctor Pedro Luis Ripoll ha querido arrojar algo de luz sobre lo sucedido, al menos en lo que al aspecto sanitario se refiero.
"La pubalgia que arrastra Lamine produce dolor, y este dolor ha sido tratado en las últimas horas por una técnica mínimamente invasiva que consiste en la introducción de unas agujas en la zona del dolor que transmiten ondas electromagnéticas de alta frecuencia cuyo objetivo es actuar sobre los nervios para que transmitan menos dolor, actuar sobre el flujo sanguíneo para que la inflamación baje y aumentar la movilidad de la zona", ha señalado.
Larga duración
Por el momento, Ripoll invitó a la cautela, dado que no se trata de una problemática de fácil remedio: "Es una técnica que no cura la lesión, pero que es paliativa, que elimina el dolor. Es decir, el futbolista sigue inmerso en una lesión de larga duración. No comparto la euforia de los últimos partidos en los que el jugador ha estado mejor y siempre pensamos que el pronóstico es a largo plazo y el tratamiento consiste en dosificar su participación", dijo.
"Pero, si tiene una hernia del deportista o existen ya en el hueso daños en la inserción con el tendón, el pronóstico quirúrgico es más probable. Es una lucha de un chico de 18 años para eludir la cirugía y retomar su carrera", finalizó.