Centro de datos del Benfica-Chelsea
A los 43 segundos, Pedro Neto soltó un latigazo que puso a prueba los guantes de Trubin. Así comenzó el segundo partido de cuartos, del que debía salir el rival del Palmeiras. Prometía y mucho ese inicio, especialmente por un Chelsea que pidió el balón y ya no lo soltó. Pero no tuvo continuidad. El Benfica defendía sin rubor con hasta nueve hombres en su propia área. Y el ritmo de los de Maresca no les daba para encontrar una fisura.
Hubo que esperar 20 minutos para volver a ver otra ocasión de gol. La tuvo Cucurella, pero su disparo a la escuadra, con la derecha, ojo, lo sacó António Silva bajo palos. Y luego Trubin tiró de reflejos y de una mano de hormigón para sacar un disparo cercano de Palmer.
Tras la pausa de hidratación, los ingleses siguieron enfocando el juego por la izquierda, donde Di María no seguía a Cucurella y el lateral español, con Aursnes marcando a Palmer, disfrutaba del carril entero para él. Así se plantó nuevamente solo ante Trubin, que se hizo más grande de lo que es para sacar otra mano de hierro y evitar el tanto de los Blues. No tenían un respiro los lisboetas, que apenas se acercaron a los dominios del otro español en el césped, Robert Sánchez. Aun así, al descanso continuaban las gafas en el electrónico.
El capi, al rescate
A pesar de su dominio y de las ocasiones creadas, necesitaba algo más el Chelsea para tumbar a su enemigo. Así que le imprimieron más ritmo a la circulación y casi les sale bien nada más volver a rodar la bola si no es por el flequillo de Otamendi, que despejó cuando ya se relamía Delap para marcar a placer. Los de Maresca también tenían la orden de probar fortuna de lejos, pero ni por esas. El Benfica no parecía sufrir demasiado, ya mostraron su capacidad de resiliencia ante el Bayern. Incluso, por una vez que salieron de su cueva, se encontraron con una oportunidad en un centro envenenado de Aursnes que atajó Robert Sánchez.
Pero el premio a la insistencia llegó para los londinenses superada la hora de acción con el gol de Reece James. El capitán sorprendió a rivales y compañeros con un libre directo escorado al que Trubin, despistado esta vez, no supo responder.
Partido suspendido
Aún quedaba casi media hora y los de Bruno Lage tenían que reaccionar. Tras el 'cooling break' y algunos cambios, como la entrada de Prestianni, la ofensiva de las Águilas mejoró ostensiblemente, mas no lo suficiente para lograr el empate. Y dejando espacios atrás, Delap aprovechó para marcar... en fuera de juego. Cuando más emoción había y se encaraba ya el minuto 85, se posó encima del estadio una nube gris y llegó la suspensión por el riesgo de tormenta eléctrica. Cucurella no se lo creía y discutía con el árbitro, pero el protocolo en Estados Unidos es claro: a esperar un mínimo de 30 minutos sin rayos ni truenos en un radio de 13 kilómetros... se prolongó la pausa casi dos horas.
Con las gradas casi vacías se reanudó el choque. El Chelsea salió con tres centrales, pero presionando en campo contrario para obligar al Benfica a rifar la bola con pases en largo. Di María se situó como organizador. Se llegó al 90 sin ocasiones de gol, el árbitro añadió seis minutos más... y llegó un claro penalti por manos de Malo Gusto. Lo lanzó Di María en el 90+4... y marcó para forzar la prórroga.
La prórroga, la expulsión y la goleada
En el primer minuto del tiempo extra el Benfica se quedó con uno menos por la segunda amarilla de Prestianni. Aun así, disfrutó de alguna contra conducida por el inmortal Angelito o por Belotti. Poco faltó para que marcara Aktürkolu o el propio Di María. Con esos sustos, no se reflejaba para nada la superioridad numérica de los Blues a pesar de una buena intervención de Trubin a remate cercano de Palmer. Con el 1-1 se llegó al descanso. Pero al volver la acción, el Chelsea recobró su ventaja tras un disparo que se le coló por debajo de las piernas a Trubin, que rechazó en la línea Otamendi y que Nkunku empujó al fondo de las mallas.
Con 1-2 fue como si un rayo le hubiera caído a las Águilas benfiquistas, que ya no pudieron levantarse y que vieron cómo eran goleados en sendos contragolpes finalizados por Neto y por Dewsbury-Hall.
Jugador Flashscore del partido: Pedro Neto (Chelsea).
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