Un remate de cabeza de Sergio Ramos que pasó cerca del arco rival cerca del final del partido ingresó en el baúl de los momentos cercanos a la gloria que ha rozado el fútbol mexicano en su historia. La cara de angustia y frustración del español, uno de los mejores centrales en la historia del fútbol, fue la misma que hicieron miles de aficionados de Monterrey que se quedaron sin el premio merecido tras competir a la altura de las circunstancias.
El pundonor mostrado esta noche por el cuadro mexicano surgió desde una adversidad recalcitrante que se instaló en el partido con dos goles en el primer tiempo del equipo alemán, el cual aprovechó —como suele hacerlo— las rápidas transiciones al ataque con las que ha construido una fama competitiva en Europa desde los pies de Karim Adeyemi y la contundencia de Serhou Guirassy, un ‘9’ cotizado y letal que aprovechó las dos claras que tuvo frente al arco regio.
A partir de ese momento, lejos de sentirse superado por el reto, el equipo de Domènec Torrent le puso vértigo a su juego de la mano de Nelson Deossa, a quien la competencia seguro le cambiará la vida por el fútbol mostrado en cada partido que disputó. Junto al colombiano, el mexicano futbolero vivió un momento de alegre nostalgia al ver una versión europea de Jesús ‘Tecatito’ Corona que tuvo un par de ocasiones claras.
Un gol de Germán Berterame al inicio del segundo tiempo generó un grito de gol colosal por parte de la afición de Rayados, mayoría en Atlanta, y la ilusión de que el club mexicano podía hacer historia al clasificarse a una semifinal de apología frente al Real Madrid. Pero aunque el impulso anímico fue voraz, las piernas de los regios terminaron sucumbiendo ante el cansancio tras el esfuerzo descomunal.
Y aunque no existe derrota digna en el fútbol, a mediano y largo plazo, la gente de Rayados quedó convencida de que con su nuevo entrenador encontraran los tiempos mejores que sus aspiraciones han estado reclamando desde hace temporadas. Un indicio nacido desde el orgullo por lo mostrado por sus jugadores ante un contexto complejo en el que lo mínimo que podían hacer era representar la pasión de los suyos.
"Me voy conforme con el esfuerzo, representando bien los valores de Rayados. Que se sientan orgullosos nuestros aficionados", aseguró Torrent en conferencia de prensa y avisó que su equipo competirá por la Liga en el próximo campeonato.
“El fútbol mexicano está creciendo”, dijo un Sergio Ramos con cara de fastidio por la derrota ante la prensa al terminar el partido, todavía con su remate de cabeza en su cabeza. Una imagen que causará nostalgia para la eternidad en el fútbol mexicano a la espera de que un día, por fin, la gloria futbolera no le sea esquiva.