Si hay algún debe en la carrera de Asensio es el hecho de no haberse asentado como titular, de forma continuada, ni en Real Madrid ni en París Saint-Germain. Pese a esto, con sus idas y venidas, con rachas mejores y peores, ha sido un jugador útil para los distintos técnicos que ha tenido -desde Zinedine Zidane o Carlo Ancelotti hasta el mencionado preparador asturiano-. El número de partidos por temporada, a excepción de la 2019/20 por una grave lesión de rodilla, así lo demuestra.
Después de firmar cinco goles y siete asistencias en el curso anterior, arrancó la actual campaña integrando el once titular. Un breve contratiempo, sin embargo, frenó su progresión durante unos días. Y no fue hasta mediados de noviembre cuando disputó los 90 minutos por primera vez, en la victoria por 2-4 ante el Angers (protagonizó un hat-trick de asistencias), antes de jugar todo el encuentro también en la jornada posterior.
Tras salir al campo en el tramo final de la visita al Bayern de Múnich y quedarse sin participación en el empate contra el Nantes, ambos celebrados durante los últimos días del penúltimo mes, dio la bienvenida a diciembre con apenas 12 minutos frente a un Auxerre que fue capaz de sacar un meritorio 0-0. Esa ha sido, por cierto, la peor racha de resultados de los capitalinos desde que el balón empezó a rodar en agosto.

Marco ha sido un mero espectador, desde el banquillo, en los triunfos ante RB Salzburgo, Olympique de Lyon y Mónaco. Eran tres exámenes importantes, sobre todo el de la Liga de Campeones, y no tuvo oportunidad en ninguno de ellos. Pero más extraño es que ni siquiera entrara en la convocatoria para visitar al Lens en la Copa de Francia. Y dado que no hubo parte médico alguno, todo apunta a que fue excluido por motivos únicamente deportivos.
Esta situación es un laste de cara a un hipotético regreso a la selección española, a la que no acude desde septiembre de 2023. De hecho, una lesión en el pie hizo que abandonara aquella concentración (tras ser de la partida en el 1-7 contra Georgia). Así, el 2024 acaba sin que se haya enfundado la camiseta de la Roja, flamante campeona de Europa, y el próximo año tampoco se presenta demasiado halagüeño para el mallorquín.