Toluca vs. Tigres: la final lógica del fútbol mexicano

Toluca vs. Monterrey: la final lógica del fútbol mexicano
Toluca vs. Monterrey: la final lógica del fútbol mexicano MANUEL VELASQUEZ / Getty Images South America / Getty Images via AFP

El primero y segundo lugar de la tabla general disputarán la final del Apertura 2025 que pinta para ser explosiva. Toluca va por un bicampeonato que anhela toda su gente y Tigres por seguir agigantando la época más dorada y fructífera de su historia.

Los mejores equipos del país disputarán la final del fútbol mexicano. Una lógica que no siempre se da debido a la dinámica de una fase final de la Liga MX que le permite a 12 equipos tener la ilusión de optar por el campeonato, gracias a un mal llamado Play-in que sigue premiando la mediocridad. 

No obstante, para este Apertura 2025, la lógica se estableció -no sin estar exenta de episodios de sufrimiento- al colocar a Toluca, líder general de la primera fase del campeonato y a Tigres, segundo lugar con un punto menos tras 18 jornadas. Con planteles profundos y con mucha jerarquía, el cruce ha provocado una expectativa digna de sus aspiraciones. 

El camino de sufrimiento a la final

Un bicampeonato a la vista

Antonio Mohamed, uno de los mejores entrenadores en la historia del fútbol mexicano, supo que, para superar al superpodoroso Monterrey en la semifinal, había que sufrir. Por eso, cuando los Diablos Rojos perdieron la ida como visitantes tan sólo por un sólo gol, se sintió aliviado y apostó todo el peso de su gente en el Nemesio Diez, un fortín pasional del que pocos salen con vida. 

La vuelta de este sábado fue todo lo que el Turco había planificado. Con la gente escarlata metida desde su pasión, el argentino puso un equipo feroz y dinámico que supero a un Monterrey que, inexplicablemente, salió a especular durante la primera mitad. Un pecado mortal que le dejó un 2-0 en contra al medio tiempo. 

Sin Alexis Vega, Mohamed ha encontrado en Helinho y Nicolás Castro las armas perfectas para complementar a Paulinho, un centro delantero que ya es de época en el país. Pero aunque el 3-0 parecía definitorio, la Liguilla hizo lo que siempre hace y le dio a propios y extraños el grado de emoción que toda la afición espera. 

Dos goles en menos de 20 minutos, uno de penal anotado por Sergio Ramos, quien jugó su último partido con Rayados, según sus propias palabras, dejaron una última parte del encuentro al borde del colapso final. La conclusión del partido, con un 3-3 en el global, dejó a jugadores tirados en el césped agotados en medio de un júbilo escarlata en las gradas que grita a todo pulmón su anhelo inquebrantable de volver a ser campeón como el torneo pasado. 

La vigencia de una generación inolvidable

Al igual que la otra semifinal, Tigres y Cruz Azul, segundo y tercero de la tabla general, respectivamente, cumplieron con la expectativa de una serie cerrada, disputada y definida por poco. Con dos partidos empatados a uno, los felinos calificaron -gracias a su posición en el campeonato- a su novena final en los últimos 14 años, consolidando su estirpe y su proyecto sólido. 

Pero más allá del éxito deportivo rotundo de Tigres al clasificar a una nueva final, tras dos años de ausencia, el cuadro de San Nicolás de los Garza, con su cartera que parece no tener fondo a la hora de conformar planteles poderosos y profundos, también ha logrado revalidar los nombre de Nahuel Guzmán, un arquero para la posteridad en el fútbol mexicano y a André Pierre Gignac, que hace unos días cumplió 40 años. 

Ya con Guido Pizarro en el banco, ahora como entrenador de Tigres, los dos últimos grandes baluartes de la mejor época en la historia del cuadro felino, volvieron a aparecer en momentos clave: Gignac participando en el gol de Juan Brunete que puso tierra de por medio en la vuelta y Guzmán con una penal atajado en un momento clave del segundo tiempo que le pudo haber dado un envión anímico importante a Cruz Azul. 

La celebración del final, tras un gol tardío de Cruz Azul que puso algo de nervios a Tigres, no sólo fue de desahogo y desenfreno, sino también de homenaje para esos dos pilares que cambiaron para siempre la historia de un equipo que, durante mucho tiempo, estaba acostumbrado a sufrir, sin importar la impresionante pasión de su gente. Ahora, el argentino y el francés anhelan ganar el campeonato 9 del club para seguir afianzando su eternidad.