Edson Álvarez y Raúl Jiménez, referentes de una de las generaciones más pobres de la historia reciente de la Selección Mexicana de Fútbol, alzaron la voz tras un empate insípido frente a Uruguay en Torreón que provocó abucheos y malas caras en la gente. “Tal vez por eso nos llevan a Estados Unidos”, se quejó el delantero del Fullham; este martes, en suelo estadounidense, también hubo un ambiente tenso contra el 'Tri'.
Con un estilo predecible, sin jugadores de jerarquía capaces de cambiar un partido con su talento, México se enfrentó a una oficiosa y bien trabajada Paraguay que alargó la mala racha del equipo dirigido por Javier Aguirre, pero sobre todo la desconexión del ‘Tri’ con la gente que va perdiendo, a pasos agigantados, la ilusión de vivir una Copa del Mundo histórica en casa.
Pocas ideas y representación
En un año para el olvido, en la antesala del tercer Mundial en la historia que se inaugurará en México, el ‘Tri’ llegó a seis partidos sin ganar, con cuatro empates y dos derrotas. Una estadística demoledora que se agrava con la poca competitividad que el equipo de Aguirre ha demostrado en cada partido.
Lleno de futbolistas cómodos en la adinerada Liga MX, los jugadores del ‘Tri’ no son capaces de competir frente a sinodales repletos de elementos que se están curtiendo en distintas ligas de renombre y con un hambre de gloria que no se encuentra en los dirigidos por el ‘Vasco’ Aguirre.
El técnico mexicano, aclamado en España por su capacidad para revivir planteles derrumbados casi al borde del descenso, no ha podido establecer su idea de juego ni su manera de entender la vida desde la competencia férrea y el amor propio. Lejos de ello, los reclamos de Álvarez y Jiménez provocaron que la poca representación que siente la gente con su combinado nacional se afiance todavía más.
A contrarreloj para una cita histórica
El 11 de junio de 2026, la Selección Mexicana de Fútbol tiene una cita con la historia ante los ojos de todo el planeta. El combinado azteca inaugurará el tercer Mundial que se disputará en casa, tras las buenas ediciones de 1970 y 1986, en un renovado Estadio Azteca que está en proceso de renovación para esa cita.
Antes de esa fecha, México reinagurará en marzo el templo del fútbol mexicano frente a la Portugal de Cristiano Ronaldo, en la última fecha FIFA antes de la Copa del Mundo. Lo que se pretendía hace meses que fuera una fiesta para la gente, ahora tendrá tintes dramáticos de cara a una afición que no ha disimulado su molestia por lo que ve en cancha.
Aguirre también tendrá un microciclo previo y una gira en Centroamérica con algunos futbolistas para edificar un escenario del que intentará sacar el mayor provecho posible de lo que pretende que sea su equipo en junio de 2026. Y tendrá que realizarlo en un contexto que ya conoce, del que muchas veces ha sobrevivido, con un equipo derrumbado y deprimido.
