A diferencia de lo que ocurre con la Selección Colombia, James Rodríguez ha dejado solo pinceladas de su inmaculado talento en los últimos equipos en los que ha jugado. Todo parece indicar que México, y la Liga MX, no serán los lugares en los que su carrera a nivel clubes vuelva a despegar.
En enero de 2025, la liga mexicana volvió a ser noticia en distintas partes del mundo cuando el Club León, parte del prominente Grupo Pachuca de Jesús Martínez, anunció el fichaje del colombiano James Rodríguez, con miras a la participación del cuadro esmeralda en el primer gran Mundial de Clubes, del que finalmente sería descalificado por la FIFA.
James se unía así a la lista de cracks que elegían a México para continuar su carrera, desde distintos tipos de necesidades, pero generando una ilusión ferviente en una afición que se congratulaba de tener cerca de sí a cracks de talla mundial. El colombiano, con pasado madridista, ha sido uno de los más ovacionados.
El dolor por no jugar el Mundial de Clubes
En medio de la fase final de la eliminatoria sudamericana para la próxima Copa del Mundo, James Rodríguez comenzó a mostrar pinceladas de lo que su zurda, tal vez una de las más virtuosas que ha visto el continente, es capaz de hacer. Respondiendo a la algarabía que provocaba de local y visitante, el colombiano se dejó querer con la mirada también puesta en el Mundial de Clubes de Estados Unidos
Pero lo que en un principio pintaba para una historia perfecta entre un equipo que aspiraba a seguir construyendo un legado ganador en México, de un solo golpe se diluyó cuando el León quedó descalificado del Mundial de Clubes por pertenecer al Grupo Pachuca, quien ya tenía a los Tuzos dentro de la justa.
A partir de entonces, todos en el cuadro guanajuatense supieron que mantener motivado a James, quien en los últimos cinco años ha jugado en seis equipos, iba a ser una misión complicada. Y aunque el talentoso enganche ha aportado cuatro goles y ocho asistencias en su periplo mexicano, todo parece indicar que no extenderá su contrato más allá de diciembre.
Un cambio de técnico determinante
La inestabilidad habitual de James, quien no ha podido ser convocado en tres partidos de 11 que lleva el actual torneo, se mezcló con la mostrada por el equipo que se encuentra a mitad de la tabla general, sin una muestra clara de un concepto de juego y, en varias ocasiones hasta falta de actitud dentro del terreno de juego.
Esto provocó que Eduardo Berizzo dejara el cargo de entrenador y la directiva optara por el regreso de Ignacio Ambriz, estratega mexicano que ya sabe lo que es ser campeón con el León. "James me ha sorprendido. Lo vi bien, lo vi tranquilo y le dije que va a disfrutar jugar fútbol", aseguró ‘Nacho’ durante su presentación.
No obstante, a pesar del mensaje tranquilizador del entrenador, en la directiva del cuadro esmeralda saben que la indiferencia que ha mostrado James últimamente no sólo ha sido dentro del terreno de juego, sino también a la hora de intentar negociar una extensión de su vínculo.
Con la confirmación de que el colombiano no estará disponible para el partido frente a Toluca, los dirigentes guanajuatenses saben que contar con James en enero es cada vez más una utopía. Un contexto que Ambriz, puertas adentro, ha intentado difuminar al dejarle claro a todos que lo que importa es el conjunto por lo que tampoco se espera que le ruegue al crack cafetalero que se quede un año más en suelo mexicano.